Influencer se pinta cubrebocas, es descubierta y ya no podrá volver a viajar

Las redes sociales hoy nos dan la oportunidad de volvernos famosos. Actualmente existen muchas personas que viven de su contenido digital y han tenido éxito sin pasar por los medios tradicionales. Sin embargo, la competencia es enorme y llamar la atención de los internautas no es nada fácil, por ello es que algunos recurren a medidas desesperadas y hacen cosas tontas sin pensar en las consecuencias como un par de influencers que fingieron traer un cubrebocas y ahora enfrentan la posibilidad de ser deportados.

Josh Paler Lin

y Leia Se son un par de creadores de contenido en internet que, durante un viaje a Bali , Indonesia , se grabaron a sí mismos poniendo a prueba las medidas marcadas por las autoridades para combatir los contagios de Covid-19. Bajo el pretexto de entretener a sus seguidores, los influencers ahora enfrentan las duras consecuencias de sus acciones, incluida la posibilidad de no volver a viajar a ese país..

Aunque el video ya ha sido borrado de sus cuentas, los usuarios de redes sociales no lo han dejado pasar y el clip ya se ha replicado en otras plataformas como Twitter.

En la grabación se puede ver a la pareja intentando ingresar a un supermercado de Bali, pero se les niega la entrada porque no están usando un cubrebocas . Con la intención evadir la medida y salirse con la suya, regresan a su automóvil, donde Lin usa maquillaje para pintar la apariencia de una máscara quirúrgica azul en la cara de Se.

Al final da la apariencia de que la mujer sí está portando una mascarilla , a menos que abra la boca en cuyo caso queda descubierto el engaño.

Con el cubrebocas pintado la pareja pasa fácilmente al guardia de seguridad de la tienda. Mientras caminan por la tienda, intentan evitar sospechas. "No puedes hablar", le dice Lin. Los influences también se dicen sorprendidos de haber engañado a las personas a su alrededor. "No puedo creer que esto funcione", se escucha en el video.

Sin embargo, el video, que fue publicado por primera vez a principios de este mes, provocó una reacción negativa inmediata. Según el sitio de noticias local Coconuts Bali, Lin que es de Taiwán y Se cuya nacionalidad es rusa, ahora enfrentan la posibilidad de ser deportados de Bali .

De hecho, de acuerdo con lo que se conoce, las autoridades ya han confiscado sus pasaportes. Y es que, en Bali, los ciudadanos extranjeros que son sorprendidos desafiando las regulaciones del uso de cubrebocas enfrentan una multa de un 1 millón de IDR (rupia indonesia), el equivalente a unos 69 dólares o mil 400 pesos.

Puede que la multa no parezca muy importante, lo verdaderamente importante es que puede ser deportados.

El impacto del video

La razón por la cual las autoridades consideran que se trata de un caso grave que se debe perseguir es que los influencers no solo no utilizaron el cubrebocas en un sitio público como lo marca la ley, sino que subieron la prueba a las redes sociales lo que podría incitar a otras personas seguir sus pasos.

Hay que considerar que la cuenta de Instagram de Lin tiene más de 300 mil seguidores y más de 3 millones de suscriptores en su canal de YouTube .

"No solo están violando, sino provocando deliberadamente en público, por lo que es apropiado sancionarlos más severamente, no solo con una multa sino también con la deportación", dijo el jefe de Satpol PP Bali, la fuerza policial de la zona, informó Coconuts Bali.

La reacción de las autoridades y la viraldiad de su clip llevó a los influencers a disculparse. En Instagram Lin y Se, acompañados por un abogado declararon: "Queremos disculparnos por el video que hicimos", dice Se. A su vez, Lin asegura que el video nunca tuvo la intención de "faltar el respeto" o "invitar" a las personas a ignorar las pautas del uso de mascarilla. "Hice este video para entretener a la gente porque soy un creador de contenido y mi trabajo es entretener a la gente. Sin embargo, no me di cuenta de que lo que hice podría generar muchos comentarios negativos y generar muchas preocupaciones".

Finalmente ambos se comprometieron a no volver a hacer algo así.