Maestros fantasma vivos en el impreso. Detrás de la lectura están sus búsquedas, sus desvelos, sus gozos ante los hallazgos. Maestros que me han hecho ver algún aspecto de la técnica de la forma, un aprendizaje en complicidad...

Al día siguiente me topé con Vargas Llosa. Estaba en el lobby de su hotel. Vencí mi timidez y le dije cuánto me gustaban sus libros y que me apenaba la forma en que había sido tratado. Me dio la mano y las gracias por leerlo