Se llama Classic Voyeur y encendió los comentarios del pasado Salón de Ginebra. Es un Jaquemart con repetición a minutos que recupera la eterna tradición del erotismo mecánico en la relojería. Y todo empezó con el bien amado Luis XV

Romper los cánones, superar los límites, ver hacia delante. Estas piezas poco convencionales nos hacen imaginar la relojería del futuro

Ulysse Nardin retoma su ADN del mar para lanzar una versión contemporánea de sus cronómetros marinos. Marine Chronometer Torpilleur actualiza su rostro para seducir a los capitanes del siglo XXI.