“El infierno les pertenece y cada quien aviva su llama: avivan esa llama con la puesta en escena de su drama (lo único que en verdad les pertenece y les otorga un lugar en el mundo)”

Los partidos se han convertido en ensaladas banales y heterogéneas, desarreglos florales y reuniones de postín y croqueta, de lodo y mostaza. ¿Es ello señal de democracia? No, por supuesto