Hace diez años que la gastronomía mexicana fue inscrita como parte del Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad, la primera cocina del mundo en ser tomada en cuenta por la UNESCO para su salvaguarda.Fue entonces que las cocinas tradicionales de nuestro país comenzaron a estar bajo la luz de los reflectores y los cocineros comenzaron a introducir en sus cartas manteles largos moles y tamales