Peligroso, inseguro, a punto de colapsar. Así está Moscú , una mentira lo que anunciaron como su infalible sistema de seguridad.
La concentración de los cientos de miles de aficionados de todos los seleccionados participantes en Rusia 2018 es a sólo dos cuadras de la Plaza Roja , misma que decidieron cerrar al público durante el verano futbolero.
Es tal la cantidad de gente, que las aglomeraciones se han convertido en un peligro. Gente bebiendo de amanecer a amanecer, policías que se hacen de la vista gorda y tumultos que por momentos asfixian a quienes intentan pasar de un lado a otro.
Donde fue el atropellamiento masivo, en ese mismo lugar, la gente bebe sin control. Los puedes ver ebrios a las tres o a las nueve de la mañana, nunca se duerme aquí.
Cánticos futboleros, alcohol a raudales y peligro, si mucho peligro que las autoridades ignoran, seguramente hasta que venga una desgracia.