Una de las prioridades del nuevo gobierno, según declaró Luisa María Alcalde Luján , próxima secretaria del trabajo dentro del gabinete del presidente López Obrador , será buscar oportunidades laborales para los jóvenes y oportunidades de estudiar para quienes quieran hacerlo.

En un prestigiado noticiero radiofónico esta funcionaria dio a conocer el proyecto de becar a 350,000 jóvenes que deseen terminar sus estudios universitarios y beca laboral a más de 2.6 millones de jóvenes que buscan su primer empleo, quienes durante su primer año laboral recibirán de parte del gobierno federal una beca de tres mil seiscientos pesos mensuales mientras trabajan como aprendices en una empresa privada, que en principio está comprometida a contratarlos en definitiva al término del periodo de capacitación .

Es un gran proyecto que empezaría por aportar justicia en el ámbito laboral.

Sin embargo, el éxito del proyecto dependerá de la capacidad de esta secretaría de auditar y dar seguimiento al desarrollo de cada uno de los becarios , pues existe el riesgo de que se convierta en uno más de los programas sociales que terminan siendo manipulados por quienes los operan o por los beneficiarios.

Es cierto que los jóvenes de los sectores socioeconómicos más vulnerables terminan siendo abusados por mecanismos de contratación mañosos que no cumplen lo prometido.

Para ejemplificarlo, relato la experiencia de un joven que habiendo terminado su carrera universitaria y ya estando titulado, aceptó la oferta laboral de una empresa truculenta que vende afores.

El trabajo ofrecido en un portal de ofertas laborales era de “asesor financiero”, lo cual entusiasmó a este recién egresado de la carrera de economía. El salario era de entre diez y doce mil pesos mensuales, más atractivas comisiones, prestaciones y horarios flexibles.

Al final del proceso de selección, cuando el candidato al cargo pasó los exámenes y entrevistas, cuando el entusiasmo es total, se informa al nuevo empleado que el puesto está enfocado a ventas. Para lo cual ofrecen al recién contratado un periodo de capacitación. Ahí se descubre que no hay tal salario, sino que siempre encubrieron que la cantidad ofrecida son comisiones por venta, obviamente en un escenario ideal de resultados, que no corresponderá a la realidad cotidiana.

Ahí está el engaño de no garantizar un salario , sino que esto puede suceder en la indefinición de las comisiones de ventas. A final de cuentas, contrataron a un vendedor con estudios universitarios lo cual no hubieran conseguido si la información hubiese sido verídica.

Hasta ahí lo único seguro a lo que se compromete a pagar la empresa es un salario mínimo, mas la fantasía de comisiones.

Es evidente que al no pasarle una cartera de clientes a un muchacho inexperto, él tardará mucho tiempo en lograr estabilidad financiera y trabajará por un salario mínimo y quizá un poco más.

Al nuevo empleado, inexperto, lo embaucan con el contrato redactado por un abogado experimentado. Ahí queda claro que se le entregará una Tablet como herramienta de trabajo, indiscutiblemente necesaria, pero por la cual el empleado tendrá que pagar una renta mensual, con lo cual viene otro fraude, pues el patrón está obligado a proporcionar al empleado las herramientas de trabajo.

El horario marcado en el trabajo no se respeta. El contrato habla de 9 A.M. a las 18:00 P.M. de lunes a sábado, pero no se respeta. El día de descanso pueden estar citando a juntas extraordinarias.

Esta es la forma de operar de una empresa específica que tiene nombre comercial y razón social, pero responde al patrón de muchísimas empresas que contratan a jóvenes universitarios para inducirlos con engaños a las ventas, en condiciones donde no se respetan las mínimas garantías laborales y donde lo ofrecido en la publicidad engañosa, no corresponde a la realidad.

Lo mismo son afores, como lo es el caso aquí descrito, que tarjetas de crédito bancarias, servicios engañosos, seguros, empresas multinivel, autos, casas, créditos y servicios bancarios o funerarios y seguramente otras más.

En el ámbito de las ventas es donde más se vulneran los derechos laborales y por ello es donde la gente joven es manipulada por su falta de experiencia. Es donde comisiones son disfrazadas de salarios, los horarios y condiciones de la prestación del servicio también se prestan al abuso y es donde el trabajador no adquiere derechos. De este modo crecen estas grandes empresas que generalmente venden intangibles.

Por ello la rotación de personal es alta. Siempre están necesitando incautos a los cuales contratar para llenar vacantes.

Este es el mundo real al que se enfrentará Luisa María Alcalde y el contexto en el que deberá de trabajar para ayudar a los jóvenes que buscan sus primeras oportunidades.

Será conveniente poner énfasis en la revisión, por parte de la Secretaría del Trabajo , de las ofertas de empleo y lo que realmente se termina ofreciendo. Tener un equipo de verificadores que hagan el proceso como si fuesen candidatos al cargo que se ofrece ayudará a dar certeza a los jóvenes.

¿Usted cómo lo ve?

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