Aquí en México tenemos un grave problema de consumo de alcohol en los adolescentes, tanto que el alcohol se relaciona con la principal causa de defunción por accidente en el grupo de personas entre los 15 y los 34 años.

El alcohol es una droga igual que  la marihuana, la heroína, el tabaco y muchas otras legales e ilegales. El hecho de que sea legal o no es bastante relativo con respecto a la accesibilidad,  ya que aquí en México se consigue lo que sea en cualquier esquina.  La accesibilidad se forma como uno de los principales factores de riesgo y algo  de suma importancia y alarmante es que cada vez se reduce más la edad de inicio de consumo. Si antes se iniciaban a los 15 años, el día de hoy están llegando niñxs a tratamiento para las adicciones a las 12 años.

Para desarrollar una adicción a cualquier droga solo se necesita consumirla. No se sabe en cuánto tiempo una persona se va a enfermar, pero eventualmente sucederá al menos en el 10% de lxs consumidores a nivel mundial.  Sin embargo en niñxs y adolescentes, debido a  la etapa de desarrollo en la que se encuentran, mientras más jóvenes comiencen a consumir cualquier droga, mayor será la posibilidad de que desarrollen una adicción.

Existen factores de riesgo y factores de protección. Las personas ya tenemos impresos en nuestra personalidad y carácter los dos tipos de factores, y lo que hacen las acciones preventivas es ayudar a disminuir los riesgos o bien eliminarlos.  Los factores son biológicos/psicológicos, sociales/familiares y ambientales.

Por eso es muy importante hoy en día que los padres de familia atiendan recomendaciones desde la etapa del embarazo o desde la misma planeación de tener hijxs, ya que el implementar algunas acciones preventivas podría reducir el riesgo de consumo en la niñez y adolescencia. Algunas acciones son no consumir ninguna droga durante el embarazo, otra es  estar alerta  a los rasgos de personalidad que va presentando el bebé y estar informados.  Cada persona nace con rasgos distintos de personalidad, hay bebés que pueden adaptarse muy bien a los horarios de comida y de sueño, mientras otrxs lloran inconsolablemente por  cualquier cosa. Esto puede causar sentimientos de incompetencia en  las madres y padres lo que eventualmente se convertirá en una dinámica resistente y de lucha de poder provocando que la comunicación entre ambxs sea poco o nada asertiva. Otro ejemplo, es que un bebé  haya nacido con la capacidad de adaptarse más rápidamente a unos papás primerizos, que cuando no es así la relación entre madre o padre e hijxs se convierte frustrante y poco amorosa, lo que podría afectar la autoestima del hijx más adelante y su manera de relacionarse con las demás personas. Podría pensarse que las madres y padres debe impedir cualquier frustración de sus hijxs para que no se afecte su seguridad, sin embargo eso significa sobre protegerlos, motivando a que se vuelvan niñxs poco responsables. Sería mejor ayudarlxs a reconocer las consecuencias de sus actos y guiarlos hacia una mejor toma de decisión en la siguiente ocasión.

Las personas que están pensando en tener hijxs deberían adelantarse a buscar estrategias para guiar mejor y no quedarse en el eterno “nadie nos enseña a ser papás/mamás”. Creo que la realidad del presente y mucho más la del futuro lo está demandando.  Una mejor guía a lxs hijxs no los va a exentar de los riesgos pero sí les ayudará a tomar mejores decisiones.

Twitter @reginakuri

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