Cuando se habla respecto a los porqués una persona se suicida, a simple vista los motivos son muy simples; engaño por parte de la pareja, problemas económicos, la víctima sufre algún tipo de acoso, entre otras causas como dije en apariencias muy sencillas. Muchas de las personas que leen las notas y ver los motivos, pueden decir ¿apoco por esto se mató? Como minimizando las razones por las cuales se haya tomado dicha decisión.

Considero que ante este superfluo razonamiento entendamos, que no solo con nuestra mirada se ve el mundo y tampoco desestimemos las emociones y sentimientos de los demás, mucho menos de las personas que nos rodean. Piensa que tal vez por ese mismo motivo, la persona no logró encontrar refugio a su alrededor. ¿Cuántas veces hemos sido egoístas nosotros? Cuando una persona de confianza viene a abrirnos su corazón y contarnos sus problemas y nuestras respuestas han sido: “nombre, va a pasar”, “no te preocupes, no es para tanto”, o la peor de todas “yo estoy peor, mira te cuento”, y olvidando lo que nos quería contar nuestro interlocutor, preferimos hablar de nosotros, mostrando una completa apatía hacia la persona.

Cuando juzgamos a una persona que se suicida, lo hacemos desde nuestro entendimiento y cosmovisión, pero es aquí donde entra la empatía y esa búsqueda de tratar de ponernos en los zapatos de los demás, es también cuando debemos reflexionar y preguntarnos ¿cuál fue su nivel de estrés, de sentimiento, de emoción para llegar a esa decisión?

Según la Secretaria de Salud en México son 4 los principales motivos de suicidio en nuestro país: el primero tiene que ver con problemas afectivos específicamente desamor o violencia en la pareja; el segundo lo catalogan como ausencia espiritual, lo que conlleva a conflictos de personalidad, problemas existenciales entre otros; en tercer lugar se encuentran los problemas económicos y sociales en esta categoría, se encuentra, el abandono de hogar por parte de los padres, trata de personas, y el acoso escolar o el acoso cibernético; y hasta en cuarto lugar se encuentran las enfermedades crónicas o definitivas.

Ciertamente se tiene la necesidad de mayor presupuesto para atender esta situación catalogada ya como un problema de salud pública, las autoridades deberán hacer lo correspondiente mediante políticas públicas y métodos preventivos para disminuir las cifras que son alarmantes. Ya presente como la segunda causa de muerte en adolescentes y donde afecta mayormente a hombres. Se pide mayor fortalecimiento en la inteligencia emocional de las personas.

Pero siempre tenemos que dejar en claro que cada uno debemos hacer lo que nos corresponde, si bien en este momento no contamos con todo lo ya anteriormente mencionado, pero al final nosotros, y todas las personas somos las que estamos al frente de esta batalla, seamos siempre atentos a nuestros entornos y ante esas señales que siempre están, pero que no las vemos, recuerda: no porque no lo veas significa que no existe. La rapidez de la vida nos invita siempre a ir acelerados, y al mismo tiempo solo pensamos en nosotros y en nuestras necesidades. Por ello si alguien se te acerca a contarte algo, no lo menospreciemos, dejemos de pensar de manera egoísta y tratemos de ver con otros ojos nuestro entorno, cada uno llevamos nuestra batalla, y enfrentamos nuestras luchas y en ocasiones hasta nuestras propias guerras, pero nunca está demás una sonrisa, una palabra de aliento para quien este a tu alrededor. De esto si somos responsables. Intentemos ver con otros ojos y tal vez podamos percibir el mundo de diferente manera.

Facebook: Yheraldo Martínez
Instagram: yheraldo
Twitter: @yheraldo33

Google News

TEMAS RELACIONADOS