Gran polémica ha desatado la propuesta del Fiscal General, Alejandro Gertz Manero, cuando anunció su propuesta de “eliminar” el tipo penal de Feminicidio. Ha sido casi unánime el rechazo en todos los sectores, incluyendo al propio Presidente de la República, al entenderse que ello implica un retroceso en la lucha por la justica para las mujeres en nuestro País. Nada más alejado de la realidad.

El Fiscal General fue muy claro al establecer que el tipo penal de feminicidio que tenemos en nuestro Código Penal Federal resulta sumamente complejo de acreditar ante los Tribunales, y ello propicia impunidad. Esta situación la hemos venido denunciando previamente quienes nos dedicamos al estudio de fenómenos delictivos y al diseño de políticas públicas para el combate al delito.

La propuesta de Gertz no es dejar de perseguir a quienes priven de la vida a una mujer, todo lo contrario. Su propuesta es incrementar las probabilidades de éxito de obtener sentencias condenatorias en contra de quienes cometan dichos actos tan deleznables. Las diversas agrupaciones sociales que se han sentido ofendidas con dicha propuesta deberían revisarla con cuidado. Entenderían que el único objetivo que se persigue, es justamente incrementar la protección al bien jurídico, es decir, a la vida de la mujer. No estaríamos incumpliendo nuestros compromisos Internacionales, sino por el contrario, hacerlos posible!

El tipo penal de feminicidio contiene lo que técnicamente denominamos como elementos objetivos, subjetivos y normativos, que resultan de gran complejidad en materia probatoria, ya que se debe probar que la muerte de la mujer fue motivada exclusivamente por razones de género. De los siete supuestos establecidos para demostrar dichas razones de género, algunos resultan complejos de acreditar, en tanto otros, son incluso inconstitucionales. Como resultado de lo anterior, constituye un riesgo enorme para la Fiscalía General de la República acusar por dicho delito, ya que incrementa las probabilidades de que el acusado salga absuelto. Por ello, la propuesta del Fiscal es eliminar dichos requisitos de razones de género, y sancionar la muerte de una mujer como un homicidio agravado, manteniendo la misma pena de hasta setenta años.

Cuando analizamos que el 80% de las muertes de mujeres en nuestro País ocurren a manos de su círculo cercano, es decir, del padre, esposo, novio, amante, amigo, etc., debemos entender que no es un problema de solución exclusivamente legal, sino principalmente de educación. El día que hombres y mujeres seamos educados en igualdad real, lograremos disminuir el 80% de los homicidios de las mujeres en nuestro País. Ni el Código Penal ni ninguna ley lo logrará jamás por sí sola.

Mientras tanto, debemos aplaudir y apoyar la propuesta del Fiscal General, quien su labor no es educar a los hombres de este País, sino proteger a la víctima y obtener se sancione a quien cometa dichos delitos. Nuestro Poder Legislativo debería analizar con seriedad la propuesta de reforma, antes de salir irresponsablemente a linchar al Fiscal General.

Resulta lamentable la falta de visión y comprensión de este tan delicado y multifactorial fenómeno delictivo tanto por el Poder Ejecutivo así como el Legislativo. Pone en evidencia que no tienen la más mínima intención y capacidad de gobernar con “perspectiva de género”.

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