Una vez más, diversas organizaciones de la sociedad civil convocan a una Marcha por Nuestra Democracia y para darle continuidad a las dos movilizaciones masivas que tuvieron lugar el 13 de noviembre de 2022 y el 26 de febrero de 2023, en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) frente a la campaña de hostigamiento del gobierno de López Obrador contra la autonomía del Instituto y los riesgos que ello implica para la organización de elecciones libres y equitativas, así como para el ejercicio del voto y, por ende, la viabilidad de la democracia.

La manifestación ciudadana es convocada por Marea Rosa, Seguimos en Marcha, Frente Cívico Nacional, Sí por México, Sociedad Civil por México, Poder Ciudadano, UNE México y Unidos por México, entre otras organizaciones no gubernamentales.

Iniciará a las 10:00 horas del 18 de febrero en el Monumento a la Revolución y de ahí partirá al Zócalo de la Ciudad de México, donde el único orador será el Dr. Lorenzo Córdova Vianello, expresidente del INE. Simultáneamente, otras movilizaciones se llevarán a cabo en las principales ciudades del país.

La convocatoria ha tenido una entusiasta respuesta y se espera que, como en las anteriores, haya concentraciones masivas en gran parte del territorio nacional a pesar de las descalificaciones que desde la mañanera ha emprendido López Obrador contra los derechos a la libre manifestación y a la libertad de expresión.

El objetivo es reiterar el respaldo al INE, al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y expresar un firme rechazo al paquete de reformas que el Presidente presentará el 5 de febrero.

Las reformas anunciadas buscan, entre otras medidas, desaparecer los órganos autónomos, entre ellos el INE, el TEPJF y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (IFAI); que integrantes del Poder Judicial sean electos en las urnas; y profundizar la militarización del país.

A pesar de que el Presidente no tiene la mayoría necesaria en el Congreso de la Unión para reformar la Constitución, insiste en impulsar estas iniciativas, por lo que es claro que su objetivo es marcadamente electoral.

Su interés no es que estos temas salgan adelante. Es una simulación, busca construir una estrategia mediática para influir en la agenda electoral en favor de la candidata de su partido a la presidencia.

Sabe que la oposición votará en contra de estas reformas por su inviabilidad, lo que utilizará como pretexto para utilizar todos los recursos públicos a su alcance para denostar, una vez más, a la oposición y a todos aquellos actores que expresen su rechazo a este paquete de iniciativa.

López Obrador anda en campaña. Ya hasta asegura que habrá continuidad en la presidencia. Pero se le olvida quien decide en las urnas. El 18 de febrero, una vez más, tendrá una muestra de la fuerza cívica de miles de mexicanas y mexicanos que no están dispuestos a que haya una regresión democrática en el país.

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