Cada año se incorporan a la población económicamente activa del país aproximadamente un millón 200 mil personas. Desde cierto ángulo, el mercado laboral mexicano es dual. Hay empleos en los que se reconoce el vínculo laboral que tiene el trabajador con el empleador a través del pago de la seguridad social —empleo formal— y otros en los que ese vínculo no existe o no se reconoce —el informal.

Las cifras más recientes de ocupación y empleo del Inegi muestran que a finales del primer trimestre del año había 55 millones 385 mil 133 personas dentro de la población económicamente activa. Al cierre de marzo de 2021 había registradas en el IMSS 20 millones 025 mil 709 plazas de empleo formal, es decir, 36% de la PEA. Para tener todo el escenario, habría que agregar las plazas en cargos públicos que cotizan en otro sistema de seguridad social y aquellos desocupados. Sin embargo, estos grandes números nos dan una idea del reto que presenta la dualidad laboral.

Ayer obtuvimos las cifras de empleo formal al cierre de junio y la recuperación laboral es marcadamente desigual a nivel estatal. El impacto del covid en el empleo se empezó a sentir en marzo del año pasado. Al cierre de febrero se tenían registrados en el IMSS 20 millones 613 mil 536 empleos formales. La primera pérdida se dio en marzo cuando se perdieron más de 130 mil empleos y se agudizó en abril con la eliminación de más de medio millón de plazas. El año cerró con 840 mil empleos formales menos de los que existían en febrero.

La recuperación empezó en septiembre del año pasado, interrumpida por diciembre --mes en el que se observan más separaciones laborales que contrataciones--, y ha continuado en los meses transcurridos de 2021. Las cifras de ayer nos muestran que el total de plazas registradas en el IMSS fueron, al cierre de junio, 20 millones 175 mil 380. Para ubicarnos donde estábamos en febrero del año pasado todavía faltan por generarse 438 mil 156.

Pero la recuperación ha sido dispar a nivel estatal. Algunos estados ya se recuperaron y ya están por arriba de las cifras de empleo formal que tenían en febrero del año pasado. Destacan Baja California y Chihuahua que tienen, a junio de 2021, 50 mil y 30 mil plazas de empleo formal más de las que tenían previo a la pandemia. A estos dos estados les siguen Tabasco, Nuevo León, Querétaro, Zacatecas, Colima y Tlaxcala. Son solo ocho entidades las que ya recuperaron sus niveles de empleo formal prepandemia.

Los demás estados aún no se recuperan. Los cinco estados que más lejos se encuentran de la recuperación laboral son Sinaloa, Puebla, Veracruz, Quintana Roo y la Ciudad de México. Enrique Quintana en su columna del viernes pasado en El Financiero daba cuenta del “desastre del empleo” en la Ciudad de México. Los datos de ayer no hacen más que confirmarlo. La Ciudad de México no solo no generó empleos formales en junio, sino que hubo, de hecho, una pérdida de más de 5 mil 700 plazas de empleo formal en el mes. Para estar en donde estaba en febrero del año pasado aún falta la creación de 216 mil 563 plazas.

La Ciudad de México aporta prácticamente 16% de la producción nacional. Las malas cifras de empleo en la capital del país no son buenas noticias. Ser el último en la fila de la creación de empleo no manda una buena señal.

@ValeriaMoy