Empieza enero y la cuesta que lo acompaña. Para muchas familias el pago de las deudas adquiridas en la temporada decembrina —más Día de Reyes — representa una carga importante en los gastos del mes. Si a eso le sumamos el pago del predial y de la tenencia la cuesta de enero se hace más empinada. Este año que empieza, en el entorno inflacionario que vivimos aunado al poco crecimiento económico y al decrecimiento salarial, la cuesta aumenta de pendiente. Sumémosle el IEPS .

El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios —IEPS— es el gravamen que se paga por la producción y venta o importación de gasolinas, alcoholes, cerveza, bebidas azucaradas y tabaco, entre otros. Es un impuesto indirecto, grava el consumo, y por lo tanto se refleja en el precio de los bienes que consumimos. El IEPS, en teoría, puede utilizarse como una herramienta fiscal para desincentivar el consumo de ciertos productos por los daños o las externalidades negativas que causan. No siempre es el caso, porque hay ciertos bienes y servicios cuya demanda no reacciona —o reacciona poco— a los precios, por ejemplo, la gasolina.

Este año, según se señala en la Ley de Ingresos de la Federación, se estima recaudar por IEPS alrededor de 505 mil 238 millones de pesos. De ese impuesto, la mayor recaudación vendrá de las gasolinas, alrededor de 63%, más o menos 318 mil millones de pesos, seguida de la recaudación de IEPS en bebidas alcohólicas, después por la recaudación por el impuesto al tabaco y posteriormente la de las bebidas azucaradas.

Este enero empezó con un incremento de alrededor de 7% en el IEPS de estos bienes. Por cada litro de gasolina Magna este año se pagarán 5.49 pesos de este impuesto, 7.44% más que el 2020. Para la gasolina Premium serán 4.63 pesos de IEPS, un incremento de 7.43% y para el diésel el aumento será de 7.3% llevando el IEPS a 6.03 pesos por litro. El incremento en centavos es de 38, 32 y 41 respectivamente.

Pero más allá de los 15 o 20 pesos extras por tanque que podría representar este incremento fiscal, está el incremento que se sintió durante todo 2021 en el precio de los energéticos que alcanzó el 12.47% anual conforme lo reportó el Inegi para la primera quincena de diciembre de 2021. Hay que decir que el principal determinante del precio de las gasolinas es el referente internacional de las mismas, por lo que el precio está sujeto a las variaciones internacionales.

Sé que este tema es fuente inagotable de debate y de polarización y en ese sentido presento algunos datos adicionales para que cada uno saque las conclusiones que considere pertinentes. Las gasolinas, regular y de bajo octanaje, tenían un precio promedio por litro el 1 de diciembre de 2018 de 19.28 y 20.85 pesos respectivamente. Ayer, su precio promedio fue 20.55 y 22.64 pesos (la gasolinera cercana la vende en 21.99 y 23.69 pesos). La inflación general entre diciembre de 2018 y noviembre de 2021 (última lectura mensual completa que tenemos) es 13.46%.

El IEPS a las bebidas azucaradas se introdujo en 2014 con la idea —que no se ha traducido en realidad— de disminuir la obesidad. El impuesto fue de 1 peso por litro ese año. Este año será de 1.3936 pesos por litro, un incremento de 6.9% respecto al IEPS que aplicó en 2021.

La inflación lleva casi diez meses por arriba de 4%. Esa fue —como suele ser— la justificación del incremento. Sin embargo, el precio de esos bienes está contenido en la inflación, así que el incremento del IEPS será una presión inflacionaria adicional a la que ya se tiene. De alguna manera, estamos causando referencias circulares.

Twitter: @ValeriaMoy