A la memoria de
Don Dionisio Sánchez
(Q.E.P.D.)

Te invito a este recorrido por una de las zonas mas bellas de nuestro país. La tierra de los antiguos mayas, la cual se asentó en un territorio de aproximadamente 400 mil kilómetros cuadrados que comprende los siguientes estados: Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas. Así como también parte de los países centroamericanos de Guatemala, Honduras, Belice y El Salvador.

Algunos arqueólogos han dedicado sus estudios al descubrimiento de los tesoros mayas, pero te sorprenderá que solo una parte ínfima es la que conocemos, la otra está esperando ser descubierta para ser conocida con todo y sus enseñanzas. Pocos son los vestigios que hoy conocemos debido a la descodificación de los escritos y a las narraciones de los sacerdotes franciscanos (sin dejar pasar que algunos sepultaron nuestros tesoros o construyeron arriba de ellos), así como a los libros sagrados mayas: Chilam Balam y el Popol Vuh.

La historia de los mayas se ha podido dividir a partir de los conocimientos disponibles dentro del marco histórico y cultural general de Mesoamérica. Y los periodos se denominan Arcaico (2500-2000 aC.), Preclásico (2000 aC-250 dC.), Clásico (250 dC.-900 dC.) y Posclásico (900dC.-1524 d.C.)

Fue una civilización asombrosa, llena de conocimiento matemático, astronómico, astrológico, religioso y espiritual. Es por ello que podemos advertir que era un pueblo con un gran desarrollo intelectual. La escritura maya representa una de las fases más antiguas de los sistemas gráficos que están a la altura de las inscripciones egipcias y sumerias.

A propósito, otras culturas como la egipcia han explorado más que la nuestra la historia de sus antepasados y son los bastiones más importantes de sus atractivos culturales y turísticos. A mayor abundamiento, las pirámides de Egipto constituyen obras arqueológicas colosales que son fuente de inspiración para inscribir cientos de libros, formular múltiples teorías y sumergirnos en meditaciones interiores. No pasando desapercibido que las mismas se encontraban bajo las arenas del desierto.

De las siete maravillas que contaban los antiguos, solo la Gran Pirámide o pirámide de Keops queda en pie. Además de múltiples pirámides en diversas ciudades como Gizeh, Dahchur, Abu Sir, etc., que miles de personas visitan y se quedan asombrados por su majestuosidad.

Pero nuestro país no está exento de estas maravillas; por fortuna nuestros antepasados nos legaron un patrimonio invaluable en conocimiento y arquitectura, razón por la que en el año del 2007 se consideró a Chinchen Itzá como una de las siete maravillas del mundo moderno, misma que solo es una parte del patrimonio de la cultura maya.

En efecto, en Yucatán se cuenta con: Uxmal, Mayapán, X´Cambo, Dzibilchaltún, entre otras que sabemos y las que nos faltan por descubrir, mismas que en su mayoría corresponde al periodo Posclásico (900 d.C-1524 dC.) antes referido. Sitios arqueológicos de una belleza que al estar frente a ellas queda uno maravillado debido a la riqueza y majestuosidad de nuestro patrimonial cultural y del linaje que nos antecedió, que vale la pena puntualizar ya quisieran tener otros países.

Es necesario hacer una parada para visitar esta maravilla declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1988 y se localiza a 120 kilómetros de la capital de Yucatán, Mérida, pudiendo llegar desde esa localidad o también desde Cancún y en unos meses a través del Tren Maya (tramo tres). Siendo la segunda más visitada después de Teotihuacán, pero ni la pirámide del Sol, ni la de la Luna en su conjunto fueron consideradas una maravilla del mundo moderno, cuando a mi juicio también lo son y demuestran la invaluable riqueza de la que fuimos heredados los mexicanos.

Chichén Itzá abarcó un territorio de 25 km cuadrados y el centro ceremonial consta de 6km cuadrados; lo impresionante es que lo ya restaurado es un poco mas del dos por ciento. Chichén está compuesta de dos palabras de la lengua maya Chi que significa boca y Cheng pozo. En maya significa Chichén Itzá: “ A la orilla del pozo donde viven los brujos del agua”. Siendo una de las ciudades-estado más importantes de la América prehispánica.

La emblemática pirámide se le conoce con el nombre de Kukulkán (D´. Serpiente) que significa serpiente emplumada, relativo a Quetzalcóatl. Cuenta con 30 metros de altura y una base de 55.5 metros de lado. El cuerpo consta de nueve plataformas de superficie decreciente según se sube con una escalinata de 91 peldaños en cada uno de los cuarto lados, que representan los cuatro puntos cardinales, además representan el numero de días entre los solsticios. Las dimensiones de la pirámide representan los 365 días del año solar.

Así podríamos seguir escribiendo pero ya es hora de partir hacia otra estación del tren para conocer estos tesoros mayas que mucho tenemos que descubrir ya que se encuentran esperándonos bajo el cobijo de la selva maya. Es por ello que no sobra recordar esa grandeza maya para poder afrontar los retos en los que vivimos este año que está por fenecer y, por iniciar un nuevo ciclo, razón suficiente para desearte un año 2021 lleno de salud, (ton oolal= salud, en maya ) principalmente, para que puedas gozar la felicidad.

Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales 
@UlrichRichterM