El lunes pasado hubo una caída que afectó a las redes sociales conocidas como Facebook, Instagram y WhatsApp, propiedad del líder tecnológico Mark Zuckerberg. Ésta dejó en México a más de 80 millones 900 mil usuarios sin servicio por aproximadamente seis horas; mientras que a nivel mundial la cifra superó los tres mil millones de afectados. Asimismo, impactó en las acciones de Facebook en la bolsa de valores, la cual perdió un 6% de su valor al cierre del lunes 04 de octubre del presente año. El costo para la empresa fue de 7 mil millones de dólares, no es para espantarse ya que en próximos días o semanas podría recuperarse.

Ahora bien, es pertinente entender qué es la inteligencia artificial y su origen: El término inteligencia artificial se acuñó en 1956, en la Conferencia de Dartmouth, en la que se dieron lugar algunos de los más destacados teóricos de la computación como Claude Shannon, Allen Newell, Marvin Minsky, John McCarthy y Herbert Simon.

Peter Norton, señala: “La inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) se puede definir como un programa o máquina que puede resolver problemas o reconocer patrones. Una definición más ‘pura’ de AI podría ser una computadora o programa que pueda engañar a un humano haciéndolo pensar que está tratando con otro humano. Este tipo de computadora podría aprender y razonar; por tanto, otra definición de inteligencia artificial podría ser una computadora que puede aprender y razonar”.

La definición dada por Norton está basada en la tesis de Sir Alan Turing, ya que su tesis partía de la interrogante: ¿Puede pensar una máquina?

La polémica no es tan ajena a esta definición, ya que se está refiriendo a los procesos de la inteligencia humana, aquello que nos distingue de los demás seres vivos. Ahora bien, según los estudios de la era tecnológica, una máquina podría equipararse a nuestra mente.

Se puede alegar que una máquina no puede ser más inteligente que el ser humano, o que una máquina no puede desafiar a la naturaleza. En efecto, podemos ser todo lo visionarios y ambiciosos que la mente humana lo permita, pero algunos científicos que se han dedicado al estudio de la inteligencia artificial van más allá. En el futuro algunas o todas las decisiones importantes que dirijan las vidas de los humanos serían realizadas por máquinas.

Valdría la pena cuestionar: ¿si los seres humanos estamos preparados para ello? o ¿quien detente el poder de las máquinas será más poderoso que los gobiernos?

No podría omitir las voces que claman que se debe de controlar el crecimiento de estos gigantes tecnológicos. Recientemente la exempleada de la comentada red social, Frances Haugen, hizo lo propio ante el Capitolio de los Estados Unidos.

Lo que sí dejó claro este apagón de las citadas redes sociales de este lunes fue el fallo de la inteligencia artificial de Mark Zuckerberg, y de que somos muy dependientes a las innovaciones tecnológicas que han cambiado la forma de relacionarnos y de comunicarnos, pero más grave es que un personaje y su inteligencia influyan tanto en la vida de los seres humanos. Por ello finalizo con la siguiente interrogante: ¿Será que hemos cambiado nuestra inteligencia por una artificial?

Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales.
@UlrichRichterM

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