Estos tiempos tan políticamente revueltos se han convertido en un mar lleno de tiburones que están dispuestos a todo. Incluso, como se ha hecho costumbre, éstos están en estado de alerta ante los posibles ataques entre ellos mismos. Una de las características de los tiburones es que tienen un buen olfato y pueden detectar la sangre a kilómetros como sucede en las películas, lo cual incluso comprobó el ex ingeniero de la NASA, Mark Rober.

Ahora, los tiburones que se encuentran en el mar de la política libran día a día diversas pruebas para sobrevivir, ganar simpatías y apoyo para alcanzar sus objetivos, como conseguir un boleto para las elecciones de 2024.

En una clara analogía a la naturaleza del tiburón, se emite un reality en televisión de emprendimiento y negocios llamado Shark Tank, donde se da la oportunidad a emprendedores de presentar proyectos de inversión con el objetivo de tener un respaldo de los empresarios, quienes son verdaderos tiburones en los negocios como Carlos Bremer, presidente del grupo financiero Value, o como el entonces carismático y muy querido dueño de las Chivas y del Grupo Omnilife, Jorge Vergara, quien hace unos años partió de este plano físico. Asimismo, está también como uno de los tiburones favoritos, el carismático Arturo Elías Ayub, y otras empresarias más.

En la segunda temporada se incluyó a la hoy diputada de Morena, Carmen Patricia Armendáriz Guerra, quien de ser una de los tiburones de dicho programa, salta ahora para destaparse a la presidencia de la República para el 2024. De igual forma, también el diputado de Morena, Antonio Pérez, papá del piloto mexicano de Fórmula 1, Checo Pérez, se destapó para la carrera presidencial.

Así es que estos dos personajes se meten a nadar con verdaderos tiburones de la política como Claudia Sheinbaum Pardo, Adán Augusto López Hernández, Marcelo Luis Ebrard Casaubón y Ricardo Monreal Ávila.

Pero hay otros que no han sido visibles al estar en las profundidades de los arrecifes de Palacio Nacional. Es así como cabría la posibilidad de que lleguen por ahí algunos delfines que se encuentran lejos de tiburones, siendo Lázaro Cárdenas Batel y Juan Ramón de la Fuente, quienes se sumen a esta férrea lucha.

En tanto en su arrecife, la aletargada oposición observa la contienda en los mares de Morena de los que intentan llegar a ser el elegido de su líder moral para el 2024. Toda vez que los tiburones están armados con hileras de afilados dientes aserrados que los hacen uno de los depredadores más letales del océano, la oposición deberá optar por mandar ya sean delfines o tiburones para disputar el dominio del mar político con miras al 2024.

Así es que veremos quién de ellos tiene la piel más dura y curtida, donde los ciudadanos seguiremos observando en estos meses que hoy más que nunca, la política será un nado entre tiburones.

Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales
@UlrichRichterM

Google News

TEMAS RELACIONADOS