Es uno de los temas más polémicos y que por años los líderes políticos de varios países dejaron en el cajón de los recuerdos. En efecto, es un cambio en la política de las drogas, que ni por asomo dichos políticos se atrevían a proponer pues era un tabú; sin embargo, el tema llegó para quedarse.

Como un dato que no podríamos soslayar, la marihuana es la droga que más se consume. Podemos advertir dos temas muy importantes al respecto: I) los que consumen marihuana con fines lúdicos o recreativos, de placer; y II) a los que se los indican o recetan por tratamiento médico.

Por otro lado, también está claro que la marihuana produce efectos nocivos en la salud, pero cabe apuntar que no hay evidencia de muerte como resultado directo de una sobredosis.

Recapitulando sobre los últimos acontecimientos: fui uno de los cinco que promovimos amparos que resolvió la Suprema Corte de Justicia de la Nación (los otros fueron la Sociedad de Autoconsumo Responsable y Tolerante, Armando Ríos Pitter, la chef Josefina Santacruz y el activista Aram Barra). En efecto, como activista ciudadano presenté mi solicitud a la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) el 13 de noviembre del 2015 para que se me concediera la autorización para el consumo individual de la marihuana (Cannabis sativa) para uso lúdico y recreativo.

La Cofepris me negó el permiso sanitario por lo que presenté demanda de amparo. Ésta se radicó ante el juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, quien con fecha 18 de marzo de 2016 resolvió negarme el amparo de la Justicia Federal.

En contra de dicha resolución promoví el recurso de revisión, que en principio pasó por el Quinto Tribunal Colegiado en materia administrativa y finalmente llegó hasta la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por su relevancia y trascendencia. Con fecha 11 de abril de 2018 la Primera Sala me concedió el amparo.

Uno de los temas torales que se manejaron como violación a los derechos fundamentales fue referente al libre desarrollo de la personalidad. “Básicamente, significa que las personas tienen derecho a decidir qué es lo mejor para sus vidas y cuerpos, siempre y cuando no interfiera con los derechos de los demás”. De tal manera, que todas las personas mayores de edad tienen derecho a decidir si quieren consumir cannabis o no, siempre que no se afecte a nadie más. Es un asunto de tu libre elección.

Así las cosas, mientras el derecho a la identidad personal implica la permisión de ser uno, con los atributos particulares propios, los derechos de la personalidad implicados en este relevante tema se refieren a la obligación del gobierno de abstenerse de imponer modelos y estándares de “vida buena” que son ajenos a los particulares. Toda persona tiene derecho a desarrollar su personalidad libremente, sin más limitaciones que el respeto a derechos de terceros. Criterio sumamente vanguardista que es la base del otorgamiento del amparo.

Hace unos días la Suprema Corte de Justicia de la Nación hizo la declaratoria general de inconstitucionalidad de ciertos artículos de la Ley General de Salud, y en dicha resolución apuntó que corresponde a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) fijar los lineamientos en la materia.

Existen algunas complicaciones tales como: dónde solicitar semillas para siembra, dónde y cómo la van a adquirir, qué calidad, a quién se le van a proporcionar, entre otras interrogantes.

En ese sentido, el senador Ricardo Monreal Ávila adelantó que este tema será prioritario en la agenda legislativa, por lo que ya dialoga con los coordinadores de los otros grupos parlamentarios para abordarlo durante el siguiente periodo ordinario de sesiones, a su vez hará lo propio la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero quien ha impulsado dicho asunto.

Como observamos existen avances rumbo a la legalización, pero todavía falta mucho por hacer.

Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales.
@UlrichRichterM

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