No cabe duda que la crisis que azota al mundo ha mostrado lo mejor y lo peor de todo y todos.
Es una realidad que las jefaturas de prensa en los diferentes equipos en el futbol mexicano siempre dejan mucho qué desear. En tiempos antes de la emergencia sanitaria, ya existía una moda de querer regular y manejar toda la información, debido a la volatilidad que existe, por la rapidez de las redes sociales.
Casos concretos: cada vez menos conferencias de prensa, prohibir a los medios de comunicación asistir a los aeropuertos, esperar a los futbolistas afuera de sus respectivos clubes... Todo eso ya estaba prácticamente desaparecido.
Incluso, para contactar a un futbolista es necesario pedir permiso a los jefes de prensa y —en ocasiones— hasta regular los temas que se tocarán.
Los reporteros de la fuente estábamos en vías de desaparición.
La pandemia ha venido a acentuar el problema.
Los límites los hemos conocido ahora, con la situación sanitaria.
La mayoría de los clubes han sido renuentes en querer dar información.
Algunos jefes de prensa han aprovechado la situación para irse de vacaciones y no dar señales de vida.
Ahora, lo peor comienza a pasar. En las conferencias virtuales piden las preguntas de los periodistas un día antes de conectarse y lo peor de todo es que escogen qué preguntar y qué no preguntar. Digamos que optan por hacer preguntas a su conveniencia.
Esto, aunado a que lo poquito que podemos llegar a producir de información se da una vez por semana y con eso sienten que ya trabajaron.
Ahora que comienzan las vacaciones de los equipos, mucho mejor, ya que de aquí al 10 o 15 de junio seguramente no sabremos de ellos y como “cuidan” a los futbolistas para que no los molesten durante su descanso, pues más vacaciones para todos.
Una verdadera tristeza por todos lados, por los medios de comunicación, porque hay miedo a que ya no te den información, porque ahora es una realidad que te tienen en sus manos. Si ellos no quieren, no tocas temas que no les convienen.
Tiempos sin reporteros, sin información, se aproximan, si no cambiamos la mentalidad de que el cuarto poder es el periodismo, y no los equipos queriendo manejar la información.