El hostigamiento y acoso sexual, así como otras formas de violencia sexual y de género en el ámbito laboral, son conductas que permean en todos los ambientes de trabajo a causa de factores relacionados con una cultura arraigada de machismos, desigualdad y discriminación entre hombres y mujeres que socavan la igualdad en el trabajo, a la par de actuar como un mecanismo para perpetuar las desigualdades y mantener los sistemas de poder dominantes.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha reconocido que toda persona tiene derecho a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso, incluida la violencia y el acoso por razón de género que abarca el acoso sexual. Así como el hecho de que es una problemática que afecta principalmente a mujeres y niñas y reproduce los estereotipos acerca de sus capacidades y aspiraciones. Ello contribuye a que menos mujeres puedan incorporarse en el mercado laboral o permanecer en él (lo que aumenta la brecha de participación en la fuerza de trabajo) y a que su remuneración sea menor a la de los hombres (lo cual exacerba la brecha salarial por razón de género), incluyendo las repercusiones a su salud psicológica, física y sexual.

Para tener un panorama, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) 2022, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el primer semestre de 2022, el 15.5% de la población de 18 años y más enfrentó intimidación sexual, de la cual el 23.3% de las mujeres del mismo rango de edad experimentó esta clase acoso y violencia sexual, a diferencia de los hombres con el 6.1%.

La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, muestra que, en comparación con 2016, se identifica un incremento de cuatro puntos porcentuales en la violencia total contra las mujeres a lo largo de la vida; la violencia sexual registró el mayor aumento con 8.4 puntos porcentuales.

La ENDIREH también analiza las diversas modalidades y ámbitos más recurrentes de la violencia de género. En ese sentido, reconoce que la violencia contra las mujeres en el ámbito laboral refuerza su exclusión del espacio profesional al limitar entre otros aspectos, su capacidad de decisión autónoma.

Según datos de la Encuesta, del total de mujeres de 15 años y más que ha tenido un trabajo, el 27.9% ha experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida laboral:18.1% experimentó discriminación laboral; 14.4 % vivió situaciones de violencia sexual; 12.2 % recibió violencia psicológica y el 1.9 % vivió violencia física, señalando como principales agresores a sus compañeros y compañeras de trabajo (34.2%), jefes o patrones (21.7%) y supervisores, capataces o coordinadores (10.7%). Adicionalmente, entre octubre de 2021 y octubre de 2021, se reporta que el 53.0% de las mujeres padeció violencia psicológica en las instalaciones del trabajo.

Por su parte, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2022 menciona que, si bien la incidencia delictiva en lo general es mayor en los hombres para la mayoría de los delitos, en los delitos sexuales las mujeres son más vulneradas, al contabilizarse 10 delitos sexuales cometidos a mujeres por cada delito sexual cometido a hombres.

Sin embargo, el nivel de denuncia es altamente reducido, como es el caso, lo que suele obedecer, destaca la OIT, a la normalización del acoso sexual, falta de concientización acerca de lo que constituye acoso sexual, el temor a represalias, la ausencia de mecanismos de queja o reparación eficaces, y los estereotipos que culpabilizan a la víctima en lugar de al autor, así como a las dificultades a la hora de obtener pruebas. Ante ello, las autoridades del Estado estamos obligadas a intervenir, junto a empleadores y empleados, para prevenir y erradicar de estas conductas que por demás, atienden a motivos sexistas y discriminatorios más profundos que la mera gratificación sexual.

La Procuraduría General del Estado de Hidalgo en fechas recientes, emitió el Pronunciamiento de Cero Tolerancia a las Conductas de Acoso Sexual y/o Laboral y Hostigamiento Sexual y/o Laboral, lo cual refrenda el compromiso de la Procuraduría frente a cualquier forma de acoso sexual y/o laboral, hostigamiento sexual y/o laboral o cualquier otro tipo de violencia cometido contra cualquier persona, con el fin de mantener un entorno laboral seguro, inclusivo y libre de violencia y reconoce que dichas conductas representan comportamientos indeseados, realizados con el propósito de atentar contra la dignidad de las personas, creando un ambiente intimidatorio, degradante u ofensivo en el ámbito laboral.

Asimismo, con el fin de dar cumplimiento con lo establecido en el Protocolo Cero (de publicación 2020) y privilegiar la designación de Personas Consejeras de manera equitativa entre hombres y mujeres, se lanzó Convocatoria para la designación de diez hombres consejeros que tendrán como función orientar y dar acompañamiento a las víctimas de conductas de hostigamiento y/o acoso sexual y/o laboral en la Procuraduría; actualmente son 25 personas consejeras, 9 hombres que cumplieron con los requisitos de la convocatoria y 15 mujeres.

Nos escatimaremos en los esfuerzos para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia y el acoso dentro de la administración pública estatal, atendiendo los estándares internacionales y nacionales en la materia y los derechos de las mujeres.

Jefe del Despacho de la PGJ de Hidalgo

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