Como fue abundantemente cubierto por los medios de comunicación nacionales e internacionales, el Comité contra las desapariciones forzadas de la ONU visitó México entre el 15 y el 26 de noviembre.

Entre los cuatro integrantes del comité que visitaron México, todos de habla hispana, incluida su presidenta, se repartieron el trabajo para visitar 12 entidades federativas presencialmente, y entrevistarse con autoridades tanto federales como locales; además de entrevistar a organizaciones de víctimas de desapariciones forzadas de prácticamente todo el país.

En su misión de acopio de información, el Comité recibió informes que lo condujeron a reiterar, en su conferencia de medios de salida, lo que ya había afirmado desde el año 2015, y reiterado en el 2018, en el sentido de que en México “se mantiene una situación generalizada de desapariciones en gran parte del territorio del Estado.”  También, hizo una afirmación muy fuerte, pero absolutamente veraz: en México la impunidad en materia de desapariciones es “casi absoluta”.

En la conferencia mañanera del 30 de noviembre, una periodista le pidió al presidente de la República un comentario sobre los señalamientos del Comité. Al respecto el presidente dijo que “en este gobierno se ha hecho una labor extraordinaria de búsqueda como nunca y se evita que haya desapariciones forzadas. Si la ONU dice lo contrario, pues tendría que presentar las pruebas y nosotros aplicarnos”.

El Comité destacó “que las desapariciones no son únicamente un fenómeno del pasado. Por el contrario, lamentamos constatar que aún persiste. Según cifras oficiales, al día de hoy (26 de noviembre), el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas indica una cifra de 95,121 personas desaparecidas, de las cuales más de un centenar habrían sido cometidas durante nuestra estancia”.

El presidente López Obrador dijo que actualmente se evita que haya desapariciones forzadas, pero el Comité dijo que solamente durante los 15 días de su estancia se dieron más de un centenar de desapariciones.

Dice el presidente de la República que si la ONU dice lo contrario (que se evitan las desapariciones), pues tendría que presentar pruebas. Basta con ver la página de Internet del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas del gobierno en México, para demostrar la veracidad de lo dicho por el Comité.

El informe definitivo de la visita será considerado por el Comité en su próxima sesión, en el mes de marzo de 2022, en Ginebra. Resulta esperanzador que el presidente haya dicho que, si el comité presenta pruebas, el gobierno tendrá que aplicarse.  La sociedad, y el propio gobierno, estarán muy al pendiente de los hallazgos y recomendaciones que el Comité planteé en dicho informe.

Y, como lo dijo el Presidente, se espera que el gobierno se aplique en la atención y cumplimiento de las recomendaciones. Que no haga como le hacían los gobiernos de sexenios anteriores, como el de Peña Nieto y el de Calderón, que trataban de minimizar, desacreditar o incluso negar los hallazgos de las instancias internacionales ante las graves violaciones de derechos humanos, tan atroces como las desapariciones forzadas.

México se encuentra afectado por una gravísima enfermedad, que tiene sumida a la sociedad en una verdadera y hondísima crisis humanitaria, causada por la fallida estrategia de militarización de la seguridad pública iniciada por Calderón, mantenida por Peña Nieto y profundizada por López Obrador. Como dijo el Comité: “el enfoque de seguridad que se ha adoptado no sólo es insuficiente, sino además inadecuado”.

Un buen paciente, no puede enojarse con su terapeuta cuando le da el diagnóstico, ni contradecirle, ni mucho menos mentirle; lo que debe hacer es cumplir cabalmente con sus recomendaciones para que, poco a poco, pueda ir recuperando la salud.


Expresidente del Comité Contra las Desapariciones Forzadas de la ONU. 
@CORCUERAS