El cambio es la única cosa inmutable, diría Schopenhauer, así como inmutable la pasión que me mueve desde hace dos décadas: el periodismo.
Hoy digo adiós a este espacio en la que ha sido mi casa y donde he expuesto reflexiones, revelaciones y noticias encaminadas a informar y mostrar desde otros ángulos la realidad.
En estas páginas compartí historias exclusivas como la denuncia del INAI contra el Presidente; la “toma” del Tren Maya por parte del llamado Grupo Tabasco; el control del Cártel de Jalisco Nueva Generación sobre el gas LP en la zona metropolitana; los crematorios clandestinos de la Unión de Tepito; la operación del crimen organizado en la alcaldía Miguel Hidalgo; los “tallercitos” fantasma que proveen al Metro de la Ciudad de México; el contenido del dictamen sobre la tragedia de la Línea 12 que el gobierno quiso ocultar; y la más reciente: el acoso sexual de los directivos del sistema Metro que se mantienen en la impunidad, entre otras.
Agradezco la invitación de EL UNIVERSAL , especialmente de su director editorial David Aponte , para escribir en esta sección de Opinión, pero sobre todo la confianza depositada en el contenido de este espacio semanal a todas y todos los lectores que lo colocaron como uno de los más leídos.
En un país donde solo el 10% de los textos del género opinión en los diarios mexicanos están firmados por mujeres, la convicción por velar por más páginas para ellas y su interpretación de la realidad es un compromiso que me llevo.
Las periodistas y analistas debemos tener cada vez más lugares de difusión porque somos el 51% de la población y seguimos sin ser representadas en los medios de comunicación.
También cargo conmigo la tarea de seguir apostando por hacer un mejor periodismo de investigación que revele lo que otros quieren ocultar y lo que incomoda a los políticos, al gobierno, a los grupos del crimen organizado, narcopolíticos , sindicatos, y demás, aun en un contexto de riesgo en el que la impunidad en casos de asesinatos, agresiones y amenazas a periodistas es casi total, porque matar en México es sumamente barato y parece no tener consecuencias.
Seguiré luchando por un periodismo que no se calle, que abone a la democracia y que estremezca, indigne e informe para reaccionar frente a nuestra realidad.
Somos temporalidad y seguramente nos volveremos a encontrar. Mientras, nos vemos en mis redes sociales, en www.emeequis.com y www.Opinion51.com .
Gracias infinitas.
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