Televisa ha comenzado a dar ilustración cívica nueva respecto de problemas antiguos.

La resignificación de sus telenovelas más recientes, como es el caso de Vencer el Pasado, comenzó a adquirir la dimensión de un civismo activo postpandémico que es necesario reconocer y extender.

Hay un incipiente, pero muy reconocible sentido de compromiso en tránsito en muchos medios. Junto a los esfuerzos institucionales de mujeres gobernantes, de organizaciones más abiertas dispuestas a actuar, de movilizaciones y reivindicaciones de segmentos vulnerables, es necesaria la intervención de los medios abiertos de comunicación, considerados ya como “convencionales”, en contraste con los digitales, a cuyo incontrolable carácter silvestre pueden quedar sometidas reputaciones, méritos y vidas enteras.

De la expresión de violencia cuya dimensión más trágica es el feminicidio a la más generalizada que es la violencia verbal y simbólica que nos daña a todas y todos, hay un conjunto de impunidades y complicidades que deben ser detenidas por la ley y por el empuje de nuevas actitudes, y estas pasan por la intervención de los medios.

El abuso contra las mujeres y eventualmente también de los hombres —aunque en una proporción de uno a diez— está asociado con roles y estereotipos que durante décadas han sido tanto legitimados como cuestionados por sociólogos y comunicólogos de escuelas públicas y privadas, por autores nacionales y de fama global.

No hay más lugar para representaciones que daban por hecha y natural la ausencia de poder e igualdad de las mujeres respecto de los varones. Tampoco a la tolerancia de prácticas que desmantelan impunemente valores universales de ambos géneros. Entre ellos, el derecho a la propia imagen y a la vida privada.

Televisa asume una tarea cívica productiva. La empresa, cuya Fundación es dirigida por Alicia Lebrija Hirschfeld, está al centro de una innovadora comprensión de la responsabilidad social.

El concepto de responsabilidad social se ha resignificado. La pandemia ha permitido una reflexión mayor de los valores sociales que deben defenderse.

En una modernizada y progresista narrativa discursiva se instala la telenovela Vencer el Pasado, de la productora Rosy Ocampo. Se ha comenzado a incorporar un llamado a evitar la difusión de mensajes de odio en redes sociales, constituidas como una gran herramienta de comunicación e imán para el gran público.

Se destaca el potencial de las redes para emitir y compartir temas positivos que fortalezcan la vida en sociedad; se apela a la gente para cuidar los contenidos compartidos sin olvidar que hay riesgos en internet.

En una alineación con los fines ciudadanos, la televisora difunde, de manera integrada a los capítulos de la telenovela, los datos de contacto del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, que a través de la Línea de Seguridad y el Chat de Confianza 55 5533 533 ofrece apoyo psicológico y jurídico gratuito, 24/7, frente a esos riesgos y formas de violencia. Es de agradecerse.

@guerrerochipres

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