En medio del polémico primer debate por la gubernatura de Coahuila, en el que se habló más de las preguntas e interrupciones de los periodistas invitados como moderadores que de lo dicho por los candidatos, hubo una acusación muy fuerte y delicada que lanzó en ese foro el abanderado del PT al gobierno estatal, Ricardo Mejía Berdeja. Cuando hablaba de los temas de seguridad en el estado que aspira a gobernar, Mejía soltó sin cortapisas: “Es decir, ¿por qué hay tanto cristal en Coahuila? Porque los GATES, la Fuerza Coahuila, hoy PCC y PAR, que le cambiaron el nombre por tantas violaciones a los derechos humanos, son los principales regenteadores del cristal y por eso invaden nuestras colonias y ejidos y por eso violentan a nuestros jóvenes”, dijo el candidato petista.

Pero no paró ahí y mencionó por su nombre e incluso mostró a las cámaras fotografías de los titulares de seguridad estatal a los que acusa de controlar el tráfico de drogas en el estado: “Y estos son los jefes policiacos responsables del cristal: Héctor Flores Rodríguez, que es el subsecretario de Operación Policial, conocido como “El Jaguar”; Jorge Miguel Hernández Barajas, alias “El Hummer”, alto mando policial y por último, Luis Ángel Estrada Picena, alias “El Boxer”, son los innombrables, pero son los que están atrás de la venta de cristal”, alcanzó a decir Mejía Berdeja antes de que el moderador lo cortara por haber concluido su tiempo.

La gravedad de la acusación es más que evidente y cobra especial relevancia por venir de quien hoy es candidato a gobernador por el PT, pero hasta hace apenas tres meses era el subsecretario de Seguridad Pública federal y brazo derecho de la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez. Ricardo Mejía Berdeja tenía además una conocida y pública cercanía con el presidente López Obrador, quien confiaba ciegamente en él, tanto que decidió impulsarlo como aspirante de Morena a la gubernatura de Coahuila. Pero como el nombre del funcionario federal, originario de Torreón, no era tan conocido en el estado y salía abajo en las encuestas, el propio presidente le creó una sección semanal en su conferencia mañanera llamada “Cero Impunidad” en la que cada jueves el subsecretario daba un reporte de los casos relevantes en materia de seguridad y detenciones federales.

Sólo que ni con el apoyo presidencial Mejía Berdeja logró crecer en sus niveles de conocimiento y cuando se levantó la encuesta estatal de Morena y el favorito de López Obrador salió en tercer lugar, por debajo del hoy candidato Armando Guadiana y del expanista Luis Fernando Salazar, el propio Mejía desconoció los resultados, acusó al dirigente morenista, Mario Delgado, de “cucharear” las encuestas y abandonó el partido oficial y al propio gabinete para aceptar la postulación del Partido del Trabajo y de paso romper la alianza de los petistas con Morena. “Ni siquiera se despidió”, se quejó después el presidente que acusaba traición de quien fue uno de sus funcionarios consentidos.

El caso es que durante los cuatro años que fungió como el segundo de a bordo de la seguridad federal, Ricardo Mejía asistió diariamente a las reuniones del Gabinete de Seguridad que se realizan cada mañana en Palacio Nacional y en donde los titulares de la Sedena, Marina y el CNI (antes Cisen) presentan los reportes e incidencias de la violencia y la seguridad en el país, junto con los informes de inteligencia sobre las organizaciones criminales involucradas en esa violencia en su mayoría vinculada a los cárteles del narcotráfico. Por eso la acusación tan directa y contundente que hizo durante el debate cobra particular gravedad y relevancia. ¿Supo el hoy candidato del PT del involucramiento de los jefes policiacos de la Secretaría de Seguridad Pública de Coahuila en la distribución y venta del cristal y otras drogas en el territorio de ese estado?

Si la información que el domingo durante el debate soltó Mejía Berdeja en forma de acusación directa contra los jefes policiacos que mencionó con nombre, apellido y hasta fotografía la obtuvo cuando fue funcionario de alto nivel en el gabinete de seguridad de López Obrador, sus señalamientos tendrían entonces sustento y deberían al menos ser respondidos o investigados por el gobernador Miguel Riquelme o por su secretaria de Seguridad, Sonia Villarreal Pérez, que de guardar silencio estarían validando las acusaciones del candidato petista.

Pero también, al mismo tiempo que el antiguo cargo de Ricardo Mejía le daría veracidad a sus graves acusaciones de narcotráfico a los jefes policiacos de Coahuila, el asunto se le puede revertir al ahora aspirante a gobernador porque si en su momento supo que Héctor Flores Rodríguez, Jorge Miguel Hernández Barajas y Luis Ángel Estrada Picena, controlan “la venta de cristal” en los municipios de Coahuila, la pregunta obligada es ¿por qué no los denunció o incluso los investigó y acusó ante la FGR cuando su cargo de subsecretario de Seguridad no sólo le daba las facultades para hacerlo, sino también la obligación de denunciar un presunto delito de narcotráfico por parte de los funcionarios coahuilenses?

Lo más delicado de todo este asunto es que cuando se revisan los antecedentes de los tres jefes policiacos mencionados por Mejía Berdeja, al menos dos de ellos aparecen efectivamente involucrados en hechos delictivos. En marzo de 2016, cuando el entonces gobernador Rubén Moreira cambió el nombre a la policía estatal de los GATES, para nombrarlos como “Fuerza Coahuila”, el columnista "Treviño" publicó en el periodico digital “El Demócrata”, el siguiente texto: "Resulta que en la 'alfombra roja', de la presentación oficial de Fuerza Coahuila, desfilaron además de un sin número de funcionarios estatales, nada más y nada menos que Jorge Miguel Barajas Hernández, conocido en el mundo bajo y la malandreada como 'El Hummer' y Héctor Flores Rodríguez 'El Jaguar'. 'El Hummer', director de la Policía Estatal y 'El Jaguar', jefe del hoy desaparecido GATE, fueron invitados especiales del secretario de Gobierno Víctor Zamora, 'el ahijado del Diablo' como le llaman en los pasillos, pero de este compa, les platico más después. ¿Saben quiénes son el Barajitas y Flores? Pues dos de los policías de Coahuila relacionados con el bombazo en 2012 en la Presidencia Municipal de Nuevo Laredo y el edificio de Seguridad Pública Municipal, donde murió una persona y seis más resultaron quemadas. 'El Hummer', junto a 'El Jaguar' participaron en el terrorista atentado según el proceso 78/2013-IV que sigue en la PGR y del que hasta orden de aprehensión giraron contra estos polis por los delitos de lesiones, homicidio calificado, y delincuencia organizada en su modalidad de terrorismo”.

¿Y entonces? ¿Sabe el gobernador Riquelme en manos de quién está su policía o podrá demostrar que el candidato del PT, Ricardo Mejía Berdeja, está mintiendo en sus acusaciones de narcotraficantes a los principales jefes policiacos de su estado?

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