En el círculo de amigos y colaboradores más cercanos no han dejado de notar la metamorfosis que ha sufrido la Jefa de Gobierno de la CDMX. “Es una Claudia antes de las elecciones del 6 de junio y otra después de esos comicios”, dice un colaborador de Sheinbaum que la conoce desde hace varios años. La jefa de los primeros tres años llegaba siempre a su oficina a las 7 de la mañana, a veces algo desaliñada pero siempre para convocar a reuniones a su equipo desde esa hora y repasar los asuntos de la ciudad. La de ahora puede llegar a las 10 de la mañana, pero eso sí, bien maquillada y arreglada, a tono con su nueva imagen de aspirante presidencial.

El cambio de imagen de la Jefa de Gobierno se puede apreciar en la publicidad desplegada con motivo de su tercer informe de Gobierno la semana pasada. Además de las inserciones y gráficos en medios, en todos los paraderos del transporte público y en anuncios espectaculares del Metro y otras instalaciones públicas, se puede ver a la nueva Claudia, radiante, con traje sastre, maquillaje discreto y muy bien peinada, mostrando con una enorme sonrisa los “logros y avances” de la primera mitad de su gobierno. Todo ese despliegue publicitario lo hizo el gobierno capitalino como parte de un acuerdo que negoció con las empresas que manejan la publicidad exterior en la Ciudad de México.

Pero no es sólo la nueva imagen de la gobernante capitalina. Los cambios que advierten y comentan sus más cercanos también tienen que ver con la forma de manejar la administración de la ciudad. La mayoría de los temas delicados e importantes, que antes Sheinbaum veía personalmente con sus colaboradores, ahora los atiende por instrucciones suyas el secretario de Gobierno, Martí Batres, a quien ahora deben ver varios integrantes del gabinete para darle los informes y problemas que antes le planteaban directamente a la Jefa. “Eso velo por favor con Martí”, es la frase que ahora repite con mayor frecuencia Sheinbaum cuando sus colaboradores le quieren informar de los asuntos que competen a sus áreas de trabajo.

Es como si ahora, Claudia Sheinbaum estuviera más preocupada y ocupada por construir su candidatura para 2024 que por atender los asuntos de la ciudad que ahora delega, cuando una de las cosas que la caracterizaban, según dicen quienes la conocen, era precisamente que no le gustaba delegar los problemas y todo quería revisarlo ella personalmente.

Al cambio de imagen y de estilos hay que agregar los movimientos en el gabinete de la jefa de Gobierno. Desde que asumió el gobierno capitalino en 2018, Claudia Sheinbaum ha realizado 19 cambios y movimientos en su gabinete, algunos de ellos obligados por escándalos de corrupción o conflictos de intereses, pero otros también motivados por el tema político y, sobre todo, por la decisión de mover a amigos suyos, expertos en las materias de las dependencias que ocupaban, para imponer en varios cargos estratégicos de la administración citadina a operadores políticos que trabajen en función de su proyecto político a futuro.

Uno de esos cambios que tienen que ver con la operación electoral, fue el del consejero jurídico del Gobierno de la CDMX, Héctor Villegas, a quien removió para poner en su lugar a Néstor Solano, un politólogo que apenas hace dos años se graduó como abogado y que desconoce la materia jurídica y los asuntos que debe atender su consejería. Solano es experto en temas electorales, más que jurídicos. Fue consejero electoral del Instituto Electoral de la Ciudad de México y presidente de ese organismo, pero en 2015, a pesar del claro conflicto de interés, se volvió asesor de la entonces alcaldesa de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, y ahora es el consejero jurídico del gobierno capitalino a pesar de su nula experiencia como abogado litigante.

Otro cambio que no tiene más lógica que la electoral, es el que anunció hace unos días Sheinbaum en la Secretaría del Bienestar que maneja los programas sociales clientelares del gobierno de la ciudad y del gobierno federal. En lugar de Almudena Ocejo, experta en temas sociales, nombró a Carlos Ulloa, que venía de ser secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda y antes fue su secretario particular. Al frente de la Seduvi se quedó Rafael Gregorio Gómez Cruz, quien era director de Política Urbanística, en un área estratégica en la que la política original de “cero permisos” para construcción de torres y edificios, con el que llegó en 2018 la Jefa de Gobierno, ha cambiado ahora por la liberación casi total de permisos en toda la ciudad.

Así que con cambios en su imagen y un despliegue publicitario que se nota en la ciudad, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, no sólo busca posicionar su imagen, sabedora de que si bien su calificación en la Ciudad de México no ha caído y según encuestas incluso ha repuntado, rondando hoy el 60%, a nivel nacional su nombre es aún muy poco conocido y su nivel de conocimiento en las encuestas apenas llega al 50%, un porcentaje muy bajo para una aspirante presidencial y que contrasta con los porcentajes de 70, 80 y hasta 90% que manejan otros precandidatos presidenciales de su partido.

Sheinbaum sabe muy bien que de su lado tiene la simpatía y el favor del presidente López Obrador, que ha dado muestras públicas y fehacientes, que tiene en ella a su favorita rumbo a la sucesión presidencial de 2024. Pero también sabe que en su contra juega su falta de experiencia política y la derrota estrepitosa que sufrieron ella y Morena en la CDMX en los pasados comicios del 6 de junio, donde la oposición le arrebató 11 alcaldías y un nivel de votación que, si ese día se hubiera votado por la Jefatura de Gobierno, la Ciudad de México hubiera quedado en manos de la oposición.

Pero sobre todo, y eso explica porque en los ajustes a su gabinete está desechando a amigos y amigas de toda la vida, expertos en sus áreas, para colocar a operadores políticos y electorales de toda su lealtad. Claudia sabe bien que el camino hacia la nominación presidencial de Morena pasa por enfrentar a dos rivales de peso completo en la política: de un lado Marcelo Ebrard, canciller de la República, y del otro el líder del Senado y su archienemigo de los últimos años, Ricardo Monreal Ávila. Para colmo, Ebrard y Monreal han hecho un pacto de unidad entre ellos y, aunque no lo dicen, en contra de Sheinbaum y de que haya favoritismos, “dedazo” presidencial y cargadas en la 4T cuando llegue el momento de designar al candidato o candidata presidencial de Morena.

Veremos pues qué tanto le funcionan a Claudia Sheinbaum sus cambios y transformaciones, tanto de imagen, de estilo de gobernar y hasta de agenda y colaboradores. Estamos a casi dos años de que inicie un proceso interno para definir a quien será la abanderada o abanderado que buscará garantizar la continuidad y la transformación del proyecto lopezobradorista. Y aunque hoy indiscutiblemente es vista como la favorita de Palacio, conforme avancen los tiempos y el Presidente se debilite, lo que ahora es su fortaleza, comenzará a convertirse en su debilidad. Por eso todos los esfuerzos y movimientos que hoy realiza la Jefa de Gobierno, que quiere evitar a toda costa convertirse en el rival más débil en esta prematura contienda que hoy parece tersa, pero conforme pasen los meses, se volverá cada vez más tensa y encarnizada.


NOTAS INDISCRETAS…En contra de su versión de que sí fue invitado a la inauguración de la Feria Aeroespacial México 2021, por el secretario de la Defensa, fuentes de la Presidencia de la República insisten en que el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, no estaba en la lista de mandatarios estatales convocados por el gobierno federal a ese evento realizado el pasado miércoles en las instalaciones del que será el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”. Pero más allá de si lo invitaron o no, lo que confirman esas fuentes directas de Palacio Nacional es que al mandatario tamaulipeco sí tenía toda la intención de acercarse al presidente López Obrador y tomarse con él una fotografía para después difundirla en sus redes sociales. De la oficina de la Ayudantía de la Presidencia confirman que el jefe de Ayudantes, Daniel Asaf, sí dio la orden de “encapsular y aislar” a Cabeza de Vaca en ese evento, para evitar que se acercara al Presidente, cosa que hicieron tres de los ayudantes que mantuvieron vigilado en todo momento y cercado al gobernador de Tamaulipas que, colado o con invitación, se tuvo que ir de la Feria Aeroespacial sin su foto con López Obrador, con la que pretendía mandar el mensaje de que ya no tiene ningún problema con el Presidente…Hablando de Tamaulipas, los movimientos en Morena, con miras a las elecciones por la gubernatura en junio de 2022, han comenzado. La próxima semana, con fecha 30 de septiembre, Rodolfo González Valderrama presentará su renuncia a la dirección de RTC, y a partir del 1 de octubre será nombrado por el Presidente como Delegado Estatal de Programas para el Desarrollo para el estado de Tamaulipas. Con este nombramiento, Rodolfo González se convierte en un aspirante fuerte para la candidatura de Morena a gobernador el próximo año. Aunque todavía falta saber cómo se definirá el proceso interno y las encuestas que definirán al candidato morenista, los aspirantes ya están más que cantados. Además de González Valderrama, que llegará a coordinar los programas sociales federales, están el senador morenista Américo Villarreal, la ex alcaldesa panista de Tamaulipas, Maki Domínguez, y el diputado federal Erasmo González Robledo. ¿Con cuáles de ellos Morena y la 4T intentarán arrebatarle al PAN y al controvertido Cabeza de Vaca el control político de Tamaulipas?...A próposito de aspirantes, el fin de semana pasado, el domingo 19 para ser exactos, el presidente López Obrador viajó en un vuelo comercial rumbo a Oaxaca en una más de sus múltiples giras por ese estado. Durante el vuelo se acercó al asiento del Presidente el senador oaxaqueño Raúl Bolaños, que también viajaba en ese avión. Durante la hora que duró el trayecto, Bolaños Cacho —que fue por cierto el autor del polémico artículo 13 transitorio de la Reforma Judicial que propone ampliar el mandato del presidente de la Corte— se acercó al asiento del Presidente y habló largo y tendido con él, prácticamente hasta el aterrizaje. Aunque el diálogo fue privado, quienes presenciaron esta conversación nos comentan que el senador Bolaños aprovechó la ocasión para comentarle al Presidente sus intenciones de buscar la candidatura al gobierno de Oaxaca, a través de una alianza entre Morena y el PVEM. Que Bolaños aspire a la gubernatura no es nuevo, porque él mismo lo ha declarado públicamente los últimos días; lo que sí es novedad es que el Presidente, según nos dicen, le dijo al joven político oaxaqueño que tenía “luz verde” para moverse y buscar la nominación morenista porque él “no tiene ningún favorito” para un estado que tanto le importa a López Obrador y en el que, cualquiera que sea el candidato morenista, tiene el triunfo garantizado según lo que indican las encuestas. Así que a Bolaños se le vio muy contento y animado cuando bajó de ese avión porque ya tenía la venia presidencial para moverse en pos de una candidatura, que promete una gubernatura casi segura, en pos de la cual también se mueven los dos senadores morenistas Salomón Jara y Susana Harp….Los dados mandan Escalera Doble. Que venga el fin de semana.