Aunque llegó al cargo con el aval y la cercanía innegable con el presidente Andrés Manuel López Obrador, en las últimas semanas el fiscal Alejandro Gertz Manero ha tomado cierta distancia de la 4T y se ha confrontado con el gabinete presidencial. Primero, por un choque de visiones en los alcances y contenidos de una Reforma Judicial y Penal que lo enfrentó con un sector importante del gobierno, y después por un reclamo abierto en contra de los recortes presupuestales aplicados a la Fiscalía General de la República desde la Secretaría de Hacienda y la Cámara de Diputados, que le quitaron a la naciente institución de procuración de justicia, 1,500 millones de pesos de presupuesto.

La relación cordial y cercana entre el primer fiscal autónomo de la República y el gobierno de López Obrador ha entrado en una fase de tensión. El abogado Gertz Manero ha hecho patente su incomodidad y molestia con un par de frases que se le escucharon el 15 de enero en el Senado, el día de la fallida presentación de las iniciativas de cambios a las leyes penales y de justicia, marcaron el inicio de lo que hoy parece un distanciamiento entre la FGR y el Palacio Nacional: “Yo no tengo que coordinarme con nadie, yo soy autónomo”, respondió Gertz al líder de la mayoría de Morena, Ricardo Monreal, cuando éste rechazó recibir el paquete de iniciativas de Reforma Judicial ante los desacuerdos y enfrentamientos en el gabinete, y les pidió que primero se coordinaran.

La otra frase de Gertz fue: “Si no me dan los instrumentos necesarios, yo no podré hacer nada para frenar la violencia y la ausencia de justicia en el país”, y también la comentó en el mismo contexto, cuando sus propuestas de reforma no fueron aceptadas por el Senado y la filtración de las primeras redacciones de las 14 iniciativas de ley y 9 cambios constitucionales, desataron una fuerte reacción en contra de juristas, opinadores y hasta de la propia mayoría de Morena en el Senado y de secretarios del gabinete presidencial que rechazaban los planteamientos “regresivos y que atentan contra los derechos humanos y las garantías fundamentales de los mexicanos”.

La estrecha relación de Gertz Manero con el consejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer, no evitó que dos integrantes del gabinete, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo, desconocieran de inicio el contenido de las iniciativas redactadas en la FGR y que pretendían ser entregadas al Senado para su discusión y votación. Aquel miércoles 15 de enero se abrió la fractura cuando ni Durazo ni Sánchez Cordero aceptaron avalar las propuestas de Gertz y el senador Monreal de plano se negó a recibirlas al ver el desencuentro entre los miembros del gabinete y el fiscal.

AMLO DESCONOCÍA REFORMA JUDICIAL

Para colmo del experimentado fiscal, el mismo presidente López Obrador desconoció su propuesta de reforma judicial y penal. Primero en privado con Monreal y luego con la mayoría de senadores de Morena y sus aliados que lo visitaron la semana pasada en un desayuno en Palacio Nacional, el mandatario negó cualquier vínculo con las polémicas iniciativas que se filtraron a los medios y académicos. “Yo no he mandado nada sobre el tema judicial. No tengo nada qué ver con esas propuestas. El día que yo les mande algo, les voy a avisar, mientras desconozco cualquier iniciativa en ese tema”, dijo tajante Andrés Manuel cuando los senadores le preguntaron sobre el polémico paquete hasta ahora no presentado.

Ya antes de ese encuentro el Presidente había recibido a la titular de Gobernación, quien le había advertido que no podía apoyar una propuesta como la que intentó presentar Gertz Manero al Senado. “Usted no puede avalar ninguna reforma penal o judicial que lesione derechos humanos, por un tema de congruencia”, le dijo la ministra Sánchez Cordero. Al darse cuenta de las enormes diferencias que el asunto había desatado en su gabinete de seguridad y justicia, López Obrador ordenó que se reunieran todos los involucrados en el tema y que se pusieran de acuerdo en el contenido de lo que finalmente iban a presentar en el Senado.

Hubo varias reuniones entre los del gabinete para revisar el paquete final de iniciativas que se van a presentar al Senado. A ninguna de esas reuniones asistió Gertz Manero, a pesar de que, al menos a una, fue convocado con anticipación y había confirmado su asistencia pero nunca llegó. El acuerdo en esos encuentros había sido que ayer viernes 7 de febrero se tenía que presentar un paquete, ya no de 14 iniciativas (9 reformas a leyes secundarias y 14 reformas a la Constitución) como se pretendía originalmente, sino de sólo 4 iniciativas de reformas de ley. Al final, nada fue presentado el día de ayer ante el Senado.

Lo que sí se confirmó es que del paquete original de reformas se eliminaron todas las que tocaban al Poder Judicial, como la Ley Orgánica del Poder Judicial, la Ley de Amparo y otras, porque la mayoría de Morena en el Senado decidió que todo lo que ataña a los jueces, ministros y magistrados, será discutido directamente con los integrantes del Poder Judicial, para lo cual está prevista una “Mesa de Diálogo” entre el Senado y los ministros el próximo miércoles 12 de febrero, a la que asistirá el ministro presidente, Arturo Zaldívar, para presentar los planteamientos del Poder Judicial de la Federación sobre cualquier cambio a las leyes que regulan sus funciones.

5 DE FEBRERO: AUSENCIA Y QUEJA DE GERTZ

El pasado Día de la Constitución ocurrieron algunos hechos que claramente mostraron el descontento y la molestia de Gertz Manero por la falta de apoyo a su propuesta de Reforma Constitucional y del distanciamiento que el tema provocó entre el fiscal y la 4T. Primero el fiscal, que estaba invitado a la ceremonia del 103 aniversario de la Carta Magna en Querétaro, no asistió al Teatro de la República. Luego, en ese mismo acto conmemorativo, la secretaria Sánchez Cordero mandó un mensaje que parecía llevar dedicatoria expresa para el titular de la FGR: “El Presidente ha manifestado con toda claridad, que en ninguna reforma o ley penal habrá afectación ni retrocesos en los derechos humanos consagrados en nuestra Constitución y en los tratados internacionales. Ese compromiso es nuestra guía”, dijo en su discurso la titular de Gobernación.

Mientras, además de la protesta simbólica de su ausencia en el acto encabezado por el presidente en Querétaro, Gertz Manero presentaba ese mismo 5 de febrero un Informe de Actividades en el que se quejaba del recorte presupuestal infringido por la Cámara de Diputados y la Secretaría de Hacienda de la 4T a los recursos financieros de la Fiscalía General de la República. “Es una incongruencia administrativa”, se quejó duramente el fiscal al denunciar en su texto a los Senadores que el recorte de 1,500 millones no sólo fue radical, sino que fue el órgano autónomo más castigado por Hacienda y por la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, de mayoría morenista, que modificaron el proyecto de presupuesto que él presentó para 2020.

Hoy la relación entre el Fiscal General de la República y el gobierno que lo propuso y lo impulsó para ocupar ese cargo se siente tan tensa, que ya hay incluso preocupación por lo que pueda decidir el fiscal si, como es ya el consenso entre el gabinete, el Presidente y la mayoría de Morena en el Senado, de que se van a modificar y a reducir radicalmente las iniciativas de ley que redactó Gertz Manero y que él considera “indispensables” para poder cumplir su labor al frente de una acotada y recortada Fiscalía. ¿Aceptará el fiscal una reforma al sistema penal y judicial menor y muy distinta a la que él proponía?

NOTAS INDISCRETAS

Después de los nulos resultados de la estrategia de seguridad del gobierno lopezobradorista en el combate al narcotráfico y de dos yerros monumentales que se vivieron esta semana, uno con la ostentosa y difundida boda de Alejandrina Guzmán, hija del Chapo Guzmán, que se dio el lujo de cerrar todo el centro y la Catedral de Culiacán con hombres armados, ante la ausencia total de autoridades, además de la vergonzosa fuga de tres narcos extraditables y de alto perfil del Cártel de Sinaloa del reclusorio Sur de la Ciudad de México, parece que en Washington dieron un golpe en la mesa y ayer el Wall Street Journal difundía una información basada en fuentes gubernamentales que aseguraba que el gobierno de Donald Trump había pedido que de nuevo la Secretaría de Marina recuperara el rol principal en la lucha contra los narcotraficantes, luego de que en este gobierno se le había relegado en esa labor y se le había dado más protagonismo al Ejército y a su brazo civil, la también fallida Guardia Nacional. La captura de Ismael Quintero Arellano el 29 de enero en Culiacán, en un operativo limpio y preciso de una Unidad de Operaciones Especiales de la Marina, habría sido el primer paso de la nueva estrategia antinarco pedida desde Estados Unidos y aceptada por el gobierno de López Obrador para devolverle a la Semar el papel principal y protagónico que tuvo, paradójicamente en la guerra antinarco del sexenio de Felipe Calderón, esa que tanto molesta al actual Presidente. El caso del sobrino de Rafael Caro Quintero fue primero y ayer la Marina encabezó un operativo en Metepec, Estado de México, en el que se catearon varios domicilios, sin que se dieran mayores detalles del objetivo que perseguían los marinos mexicanos. Así que, tras el penoso episodio del Ejército y sus unidades especiales en el fallido operativo de Culiacán el 17 de octubre de 2019, que terminó con captura y liberación de Ovidio Guzmán, todo indica que ahora la instrucción desde Washington es que se utilice más a la Marina en las operaciones de inteligencia antinarco…A propósito del gobierno de Donald Trump: para los temas de seguridad e inteligencia financiera, las agencias estadounidenses sólo tienen un conducto en el que confían en el gobierno de México y a quien le dan información privilegiada y le solicitan también información de delitos vinculados al narcotráfico. Ese conducto único con el que habla el gobierno estadounidense es Santiago Nieto, director de la Unidad de Inteligencia Financiera, con quien interactúan lo mismo la embajada que encabeza Christopher Landau, que las agencias de seguridad del vecino país. “Ni Alfonso Durazo, ni Gertz Manero ni el Ejército, sólo confiamos en la UIF”, dicen los vecinos. Por algo será…Los dados cierran con Serpiente. Semana intensa.

sgarciasoto@hotmail.com

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