Nunca en la historia del país se había registrado un paro nacional de labores tan grande y visible como el que ayer realizaron millones de mujeres mexicanas en casi toda la República. La mayoría de las ciudades más grandes, comenzando por la Ciudad de México y siguiendo por Guadalajara , Monterrey , Puebla , León, Chihuahua, Veracruz, Xalapa, Tijuana, Hermosillo, Acapulco y muchas otras ciudades medias y capitales, lucieron ayer semivacías en sus calles y con poco tránsito vehicular; con comercios, oficinas públicas y privadas, negocios, fábricas, escuelas y universidades, mercados y centros comerciales en los que la ausencia de mujeres fue notoria y afectó las ventas, labores y actividades productivas.

Aunque no hay aún un cálculo oficial del tamaño de la afectación económica que provocó a la industria, el comercio, los servicios y la educación, organismos empresariales estiman en al menos 35 mil millones de pesos el impacto que tendrá en la productividad de las empresas y negocios este primer gran Paro Nacional de Mujeres #UnDíaSinNosotras . Es decir, que por donde se le vea, el 9M y su convocatoria a que todas las mujeres pararan y no realizaran compras ni actividades productivas y económica resultó ser un éxito y sienta un precedente histórico no sólo para el tema que le dio origen, que fue exigir el fin de la violencia hacia las mujeres y el castigo al feminicidio, sino también en materia laboral donde nunca en México se había logrado un paro de tal magnitud.

Y si a eso se suma que el paro ocurrió en un “lunes negro” para la economía internacional, con la caída estrepitosa de las Bolsas de Valores de todo el mundo, y también para la economía mexicana, por la depreciación del peso que ayer llegó a los 21.53 por dólar para cerrar finalmente en 20.78, el derrumbe en la Bolsa Mexicana de Valores que cerró con 6.74% abajo en sus operaciones, además de la caída de la mezcla mexicana de petróleo hasta los 24 dólares por barril (de 49 dólares en que se estimó en el Presupuesto 2020).

Para colmo, el país está sufriendo también el impacto económico por la presencia del coronavirus Covid-19, que aunque según las autoridades federales de Salud está “bajo control” con sólo 7 casos, la falta de información y protocolos y operativos de emergencia y prevención contra la emergencia sanitaria en México, ya empieza a preocupar y a despertar suspicacias de especialistas que se preguntan si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador realmente está tomando las medidas necesarias y urgentes para enfrentar la pandemia internacional o si se está manipulando y controlando la información en aras de no “sobrerreaccionar”, como ha dicho el presidente.

Y es que mientras en México el gobierno y las autoridades sanitarias parecen estar en la “calma chicha” con la presencia del Covid-19, y no hay ni campañas masivas ni controles sanitarios en aeropuertos, terminales y lugares de alta concentración de personas, en el resto del mundo varios países ya están tomando medidas mucho más claras y contundentes, como ayer en Italia donde se anunció el inicio de una “cuarentena” para toda su población en todo el territorio italiano, o en Israel, donde con apenas 25 casos, ya establecieron que todos los turistas y viajeros que lleguen a su país, procedentes de cualquier parte del mundo, tendrán que pasar una cuarentena obligatoria de al menos dos semanas.

Nadie quiere que entremos en pánico y que se tomen medidas precipitadas o desmesuradas, pero la reacción del presidente López Obrador y su gabinete, tanto de salud, como económico y hasta en el tema de las mujeres, más que tranquilizar o dar confianza, comienzan a preocupar por su optimismo poco sustentado y un exceso de confianza que no parece tener mucho fundamento.

Porque el presidente lo mismo minimiza y desestima el impacto de las marchas y paros multitudinarios de las mujeres mexicanas, que dice que “todo está bajo control” con el Coronavirus, cuando no se ven suficientes acciones y protocolos de emergencia, o asegura que la turbulencia financiera internacional, que golpea al peso y al precio del petróleo —y que nos llega además con una economía debilitada y estancada por la falta de crecimiento— no le preocupan porque tenemos “finanzas públicas sanas y suficientes reservas internacionales”.

Lo mismo decían las autoridades federales y hacendarias en 2008, curiosamente en el gobierno de Felipe Calderón el hoy “villano favorito” de la 4T, durante la crisis de las viviendas en Estados Unidos, que no nos afectaría porque teníamos “finanzas públicas sanas, estabilidad y reservas suficientes”. Y el resultado de tal nivel de optimismo —“cuando EU tiene neumonía, México sólo tiene un catarrito”, Agustín Cartens dixit— terminó siendo una crisis de terror que tiró el PIB y se combinó con la epidemia de influenza H1N1 de la que México fue el país de origen.

Hoy López Obrador y su secretario de Hacienda, Arturo Herrera, parecen caer en la misma tentación de no alarmar ni aceptar que viene una tormenta para la economía con la afectación del Covid-19, el nulo crecimiento y el golpe letal a Pemex por la crisis petrolera, y le apuestan a dos variables que ya fallaron en 2009 y van a volver a fallar hoy: las finanzas públicas sanas y las reservas de capitales volátiles que llegaron atraídas por un peso fuerte, pero que volarán en cuanto perciban el inicio de una crisis económica. Ante la amenaza que se cierne sobre la economía del país, ya no valen ni los “otros datos” ni las teorías conspiracionistas ni mucho menos un optimismo falaz. Más realidad y ajustes urgentes a la política económica, a la sustitución de importaciones y a la baja de tasas de interés para reactivar el crecimiento, es lo que nos urge.


NOTAS INDISCRETAS…

Con la defensa del conocido juez Baltazar Garzón, cuyo despacho ha comenzado a trazar la estrategia legal de Emilio Lozoya Austin, vendrán noticias fuertes para México en el juicio de extradición que se le sigue en la Audiencia Nacional de España al exdirector de Pemex. De entrada, según fuentes cercanas a sus abogados españoles, Lozoya va a revelar información comprometedora sobre las decisiones que tomó en la petrolera mexicana, en las que va a señalar directamente al exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray, como presidente del Consejo de Administración de Pemex, y al jefe de ambos, el expresidente Enrique Peña Nieto, como quien autorizó varias de las compras fraudulentas y los desvíos de los que la Fiscalía General de la República acusa a Lozoya Austin. Así que habrá que estar atentos a las audiencias del exfuncionario mexicano que, por consejo de sus abogados ibéricos, soltará nombres y acusaciones en contra de los dos que fueron sus superiores en el sexenio pasado… El ambiente económico en el país y la volatilidad mundial por Covid-19 no están como para un escándalo en la banca nacional, pero ahora que viene la Convención Bancaria habrá un frijolito en el arroz para la Secretaría de Hacienda, se trata de Banco Accendo, que se presentó como la gran promesa, como “el Banco de las Fintech”, bajo la dirección de Francisco Javier Reyes de la Campa, un personaje desconocido y sin mayor experiencia en el medio bancario, y que ahora pasa por un momento delicado de solvencia y se ha mantenido consistentemente en el final de la lista de los índices de capitalización “Icap” de la banca nacional. La administración de Reyes de la Campa, ha sido por decir lo menos, desafortunada. No ha podido mantener la confianza de sus inversionistas y clientes y es el banco que más dinero pierde mes con mes. Nos dicen que es una cuestión de tiempo para que empiecen las medidas correctivas o incluso una intervención directa de la CNBV en Accendo…Los dados mandan Serpiente. La economía de bajada, las mujeres al alza.


sgarciasoto@hotmail.com

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