Al mediodía de ayer, con un sol que caía a plomo en los terrenos del que será el nuevo Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, los integrantes de la Ayudantía del presidente recibieron de pronto una comunicación que provocó que comenzaran a movilizarse: en el entorno de la Base Aérea, donde López Obrador encabezaba la inauguración de la Feria Aeroespacial México 2021, acompañado del embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, se había detectado la presencia de un personaje político que no había sido invitado al evento y que rondaba por el lugar con intenciones de acercarse al presidente de la República y abordarlo.
 
Los miembros de la Ayudantía comenzaron a buscar al personaje en cuestión y cuando lo localizaron comenzaron a encapsularlo, rodeándolo y aislándolo para evitar que pudiera acercarse al mandatario cuando este bajara del presídium después de la declaratoria inaugural a la que asistieron miembros del gabinete, gobernadores y embajadores de varios países acreditados en México. Una vez que el acechador estuvo encapsulado y que no había manera de que cumpliera su objetivo de acercarse de improviso al presidente y salirle al paso, se lo comunicaron al jefe de ayudantes, Daniel Asaf, para que el mandatario no se viera forzado a encontrarse con el personaje indeseado.
 
De acuerdo con fuentes directas de la Ayudantía presidencial, el personaje que acechaba ayer al presidente, con la intención de acercarse con él, saludarlo y de paso tomarse una fotografía, era el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, quien fue detectado en el lugar, a pesar de que no aparecía en la lista de los gobernadores invitados al evento. Según las fuentes que pidieron el anonimato, Cabeza de Vaca pudo entrar al evento ayudado por su amigo el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, quien sí tenía invitación para acudir a la Feria Aeroespacial 2021, ya que su estado es uno de los principales desarrolladores de la industria aérea mexicana.
 
La intención del mandatario tamaulipeco al parecer era acercarse en algún momento al presidente, saludarlo y captar la fotografía de ese momento con la intención de publicarla en sus redes sociales como una forma de transmitir el mensaje de que él ya no tiene ningún problema con López Obrador ni con su gobierno, a pesar de que aún están vigentes las órdenes de aprehensión por los delitos graves de los que lo acusa la Fiscalía General de la República, como son operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.
 
Y es que la última vez que el gobernador de Tamaulipas pudo hablar con el presidente López Obrador en persona fue el 25 de octubre de 2020 durante una breve gira de trabajo del mandatario a Nuevo Laredo para poner en marcha acciones de mejoramiento urbano. Esa fue la última vez que se encontraron cara a cara los dos políticos que después solo se verían una vez más, pero ya sin diálogo personal, en Palacio Nacional el 23 de marzo de 2021 cuando el presidente convocó a los gobernadores de todo el país a firmar el Acuerdo Nacional por la Democracia. Incluso, el 24 de abril de este año, cuando ya estaba por anunciarse el desafuero de Cabeza de Vaca por parte de la Cámara de Diputados, López Obrador visitó el puerto de Tampico y la refinería Francisco I. Madero, en una visita en la que ya no fue invitado el gobernador de Tamaulipas, al que ni siquiera le avisaron de esa gira relámpago del presidente ni tampoco volvieron a recibir en Palacio nacional.
 
La presencia no autorizada de Cabeza de Vaca en el evento presidencial tiene como antecedente la reunión que el gobernador sostuvo la semana pasada con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien lo recibió en sus oficinas de Bucareli y en cuanto salió de la reunión privada, el propio mandatario tamaulipeco subió a sus redes sociales una foto del él y el titular de Segob abrazándose por la espalda con la leyenda: “Agradezco todas las atenciones del secretario de Gobernación y excolega senador, Adán Augusto, durante nuestro encuentro de hoy. Acordamos fortalecer el diálogo y trabajar en estrecha coordinación por la seguridad y prosperidad de Tamaulipas”.
 
Del encuentro no hubo reporte oficial de Gobernación, pero llamó la atención que el mismo gobernador la difundiera destacando un diálogo tendiente a “restablecer las relaciones institucionales” entre su gobierno y el de la República, aunque en Palacio Nacional claramente han evitado cualquier acercamiento o comunicación entre el presidente y el mandatario desaforado que, con controversias constitucionales y aprovechando la mayoría del PAN que tiene en el Congreso de su estado, desconoció el desafuero federal y evitó ser detenido en una decisión que fue respaldada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación que validó el “fuero local” que mantiene Cabeza de Vaca.
 
Y mientras acecha al presidente en busca de un saludo y una foto que subir a sus redes, en su estado, el gobernador panista está aprovechando los últimos días de la actual legislatura del Congreso local y su mayoría del PAN para tratar de aumentar su blindaje legal y político. Después de haber obtenido el blindaje del fuero que le alcanzará hasta el fin de su mandato en 2022, ahora se blindó él y sus principales colaboradores con una reforma aprobada el 9 de septiembre pasado que propone darles “seguridad vitalicia” a él, el secretario de Gobierno, el de Seguridad y el fiscal con camionetas blindadas y guardias de por vida pagados con el erario tamaulipeco. Pero no conforme con eso, ahora impulsa una ley para blindar a su controvertido fiscal, Irving Barrios, para que no sea destituido del cargo por el próximo gobernador y además pueda reelegirse.
 
Todo eso, antes de que cambie la legislatura y llegue la mayoría de Morena que dominará en las próximas semanas el Congreso local. Y aunque por ahora Cabeza de Vaca puede obtener ese blindaje legal, incluso con rango constitucional, es casi seguro que en cuanto lleguen los diputados morenistas le echen atrás todas esas reformas. Por lo pronto, en su muy cuidada y efectiva estrategia política, con la que ha demostrado ser un político capaz de desafiar y mantener a raya al aparato federal que fue lanzado en su contra, Francisco García Cabeza de Vaca ayer no pudo acercarse al presidente en la Base Aérea de Santa Lucía, donde los ayudantes de López Obrador lo encapsularon cual un acosador presidencial.
 
NOTAS INDISCRETAS… Dice un dicho popular que en épocas de guerra cualquier hoyo es trinchera y ayer el canciller Marcelo Ebrard aprovechó los resquicios que le da la ley para pasar de mover la política exterior a hacer política interna con claras implicaciones sucesorias. Como le toca comparecer ante el Senado para la Glosa del Informe el próximo 28 de septiembre, el secretario de Relaciones Exteriores invitó ayer a un grupo de 18 senadoras y senadores que forman parte de las Comisiones de Política Exterior en el Senado, con quienes dialogó sobre los temas de migración, vacunas contra el covid, la CELAC y las relaciones con Estados Unidos, todos ellos materia de su próxima comparecencia. Entre los que acudieron estaban el senador Héctor Vasconcelos, de Morena, y los priistas Beatriz Paredes y Claudia Ruiz Massieu, además de Mónica Fernández y Napoleón Gómez Urrutia, entre otros. Al final del encuentro el canciller y sus invitados se tomaron una foto, hubo abrazos y apapachos y no faltaron los senadores y senadoras que aprovecharan para tomarse la selfie con el funcionario y aspirante presidencial, que aprovechó para invitar a los parlamentarios a que regresen en octubre a dialogar con él al edificio de la SRE. Lo dicho, en épocas de sucesión adelantada, cualquier recoveco se aprovecha… A propósito de aprovechados, mal cayó entre el magisterio nacional la intención de la SEP y de su titular, Delfina Gómez, de tratar de pararse el cuello con la reciente basificación de 44 mil 642 trabajadores en la Ciudad de México a los que ayer se les otorgó finalmente una plaza laboral con lo que tendrán total certeza laboral y jurídica. Y es que aunque el evento donde se anunció este logro para los trabajadores fue conjunto, y estuvo encabezándolo la secretaria Gómez junto al profesor Alfonso Cepeda, secretario General del SNTE, y el director de la Autoridad Educativa de la CDMX, Luis Humberto Fernández, en los mensajes y comunicados de la SEP se quiso presentar este importante apoyo a los trabajadores como un logro de las autoridades educativas federales, la realidad es que la basificación de los trabajadores de la educación en la capital del país fue una demanda y una lucha largamente demandada por el SNTE y por sus dirigentes. Por eso ayer, el maestro Cepeda en su discurso ante la titular de la SEP, se refirió a esta decisión del gobierno federal como “un acto de justicia, promovido permanentemente por el SNTE”, con el que se da un paso adelante en el respeto a los derechos de los trabajadores de la educación que estaban bajo contratos eventuales o interinatos, algunos de ellos por más de 26 años. Y aunque aquí lo que importa es la certeza laboral que lograron maestros y trabajadores educativos de la CDMX, como resultado del diálogo y la colaboración entre las autoridades educativas y el Sindicato magisterial, no se vale que en la SEP se quieran apropiar de una medalla que no les corresponde del todo… Anoche desde Estados Unidos llegó la noticia de que el Departamento de Estado aumentó el monto de la recompensa que ofrece por información para arrestar a Ismael “El Mayo” Zambada, el principal líder del Cártel de Sinaloa, por quien se triplicó la cantidad ofrecida por el gobierno estadounidense: de 5 mdd a 15 mdd. Con este anuncio “El Mayo” Zambada no sólo se convierte en el narcotraficante más buscado por la justicia de Estados Unidos y el objetivo número 1 de la DEA, sino que rebasa, en monto de recompensa, a su archienemigo en el mundo delincuencial, Nemesio Oseguera “El Menco”, líder del CJNG por quien se ofrecen solo 10 mdd. Es sin duda significativo que la justicia de Estados Unidos le ponga la lupa a Ismael Zambada un narcotraficante, que a diferencia del Chapo Guzmán, siempre se ha movido en las sombras, sin mucha exposición pública pero sí con un enorme poder dentro del Cártel Sinaloense, tal y como lo demostró cuando movilizó a todos sus sicarios armados para doblar al presidente López Obrador y al Ejército mexicano, aquel 17 de octubre de 2019 en el famoso “Culiacanazo” del que se van a cumplir dos años y en el que, a pesar de sus diferencias con Los Chapitos, El Mayo organizó la rebelión armada del cártel que obligó a liberar a Ovidio Guzmán, cuando ya lo tenían detenido los militares con intenciones de extraditarlo a Estados Unidos. La última vez que se dejó ver públicamente El Mayo fue cuando lo entrevistó el periodista Julio Scherer, en abril de 2010 para la revista Proceso. Fuera de esa imagen poco se ve del rostro y la actividad de un capo que siempre ha contado con la protección y el cobijo de autoridades locales y federales, y al que nunca, en 50 años de actividad como narcotraficante, en los que escaló desde abajo hasta convertirse en líder, ha podido ser detenido. Solo en una ocasión, según una versión periodística que nunca fue confirmada, se le habría detenido durante el sexenio de Felipe Calderón por parte de policías federales en Sinaloa, pero Zambada habría corrompido a los federales con el conocimiento de la entonces procuradora Marisela Morales. ¿Será que ahora Estados Unidos va por el capo intocado del narco mexicano?... Los dados mandan Serpiente doble. Mala racha.