La contratación de un asesor extranjero para el manejo de su imagen política y de gobierno, parece estarse complicando a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo. Primero fueron las revelaciones en el diario español El País que hablaban de que la gobernante capitalina que había contratado los servicios del consultor catalán, Antoni Gutiérrez-Rubí para que la asesorara en materia política y de gobierno; luego fue la confirmación, a regañadientes, de Sheinbaum, quien aceptó, públicamente, que al asesor del nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, sí lo había contratado, pero —dijo— no para sus aspiraciones presidenciales ni su campaña como “corcholata favorita” rumbo al 2024, sino para asesorarla en su labor de gobierno.

“Va a colaborar en algo muy especial en el Gobierno de la Ciudad porque ni estamos en campaña ni estamos en ningún otro tema…Estuvimos buscando a una persona que nos pueda ayudar a temas de asesoría en comunicación digital y en realidad va a dar unos cursos y unas asesorías y ya les compartimos después. Es un monto muy pequeño con el que va a colaborar”, dijo la Jefa de Gobierno capitalina.

Pero la idea de que Claudia Sheinbaum estaba trayendo un asesor extranjero para apuntalar sus aspiraciones presidenciales perméo tan fuerte, que unos días después de que se publicara el reportaje de El País y de que la misma gobernante capitalina confirmara públicamente la contratación de Antoni Gutiérrez-Rubí y su empresa Ideograma, la Jefa de Gobierno recibió una llamada para que fuera a Palacio Nacional al despacho presidencial.

De acuerdo con fuentes directas de Palacio, el presidente López Obrador le preguntó en privado si era cierto “eso de que contrataste un asesor español” para el 2024 y Claudia Sheinbaum le respondió que sí, que lo había traído, pero no para su candidatura presidencial, sino “para asesorarme en las cosas de la Ciudad de México y en los temas de gobierno”. Tras una pausa, el mandatario le dijo: “Yo nunca necesité un asesor extranjero para gobernar la Ciudad de México”.

En su propio equipo cercano, la noticia de la contratación de Gutiérrez-Rubí, el asesor que venía de hacer ganar la presidencia de Colombia al izquierdista, Gustavo Petro, cayó por completa sorpresa y fue a través de los medios que sus asesores más cercanos se enteraron de que compartirían el oído de la Jefa de Gobierno con el consultor catalán, que está de moda en el mundo de las campañas políticas.

Más allá de su declaración donde aceptó que el despacho de Gutiérrez-Rubí había sido contratado por su administración “para colaborar en algo muy especial”, Sheinbaum nunca explicó ni transparentó cuánto le costaría la asesoría de un cotizado consultor político y mucho menos bajo qué concepto o partida presupuestal se pagaría el asesor extranjero con recursos públicos.

En medio de ese vacío de información, esta semana llegó a nuestro correo una copia digital de un documento rotulado con el logotipo y el nombre de la empresa Ideograma, cuyo presidente y director es el catalán Antoni Gutiérrez Rubí, y que tiene su dirección en la calle Consell de Cent 159, en la ciudad de Barcelona, España. El documento está fechado el pasado 4 de agosto, 18 días antes de que se publicara la noticia de la contratación en El País, y dirigido al entonces director de Comunicación Social del gobierno de la Ciudad de México, a quien le presentan una “oferta” por los servicios de asesoría para un “proyecto de comunicación de gobierno y política de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México”.

En el documento, que publicamos en la cuenta de Twitter de @SgarcíaSoto, se menciona que “los honorarios a devengar consistirían en 1 millón de euros de forma mensual por los servicios de asesoramiento, consultoría en comunicación, planificación de acciones de gobierno y acompañamiento de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo".

Tras la publicación del documento en Twitter, la cuenta oficial del Gobierno de la Ciudad de México respondió con un mensaje en el que afirmaba “que el contenido de este documento es absolutamente apócrifo”. Ante la descalificación del documento, le pedimos, en la misma red social, al gobierno capitalino que informara entonces “cuánto cobra el despacho de Ideograma por sus servicios, cuánto le están pagando y de dónde saldrán los servicios” y ofrecimos retirar el documento calificado de “apócrifo” una vez que se hiciera pública la información de la contratación y el pago del asesor español con recursos públicos.

Ante eso ya no hubo respuesta alguna de la cuenta @GobCDMX que guardó silencio sobre el verdadero costo o el documento real de la contratación del consultor Antoni Gutiérrez-Rubí para asesorar a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México. ¿Será que Claudia Sheinbaum tiene algo que ocultar sobre la forma en que contrató y le paga por sus servicios al asesor catalán, que no es precisamente barato? ¿O será más bien que después del regaño presidencial, la gobernante capitalina prefirió mantener en “bajo perfil” a su exitoso consultor o de plano lo despidió?

En cualquier caso, la transparencia y la información sobre un servicio de asesoría que se paga con recursos públicos de los contribuyentes capitalinos sería la mejor forma de esclarecer una contratación que, según la Jefa de Gobierno, es sólo para “asesoría en comunicación digital y unos cursos y asesorías” y cuyo costo al erario capitalino “es un monto muy pequeño”. Si el costo es tan pequeño y no es de 20 mdp mensuales como dice el documento “apócrifo”, ¿por qué no informar entonces claramente a los capitalinos?

NOTAS INDISCRETAS…

Ya entrada la noche del jueves y empezando la madrugada de ayer viernes, el Senado de la República aprobó las reformas secundarias a 4 leyes que propuso el presidente López Obrador para militarizar a la Guardia Nacional y entregarle su mando, operación y presupuesto al Ejército mexicano y sacarla del ámbito civil de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en donde fue creada y aprobada por todos los partidos en la reforma constitucional de 2019. Con el voto de la mayoría morenista y sus aliados del PT y PVEM, la propuesta presidencial no tuvo mayor problema en ser votada a favor, con 71 votos, contra 51 en contra de la oposición del PAN-PRI-PRD-MC y Grupo Plural y una abstención, la del coordinador morenista, Ricardo Monreal. El debate fue intenso y hubo todo tipo de señalamientos, acusaciones y defensas en contra del presidente López Obrador y su propuesta de militarización de la seguridad civil. Y ya de madrugada, cuando la noticia llegó hasta Palacio Nacional, lo primero que le informaron al presidente López Obrador al despertar del viernes fue el resultado de la votación, que no representaba sorpresa alguna para el mandatario, salvo cuando le mencionaron la abstención de Monreal: “Es un traidor”, dicen que se escuchó en los aposentos presidenciales. Y es que el voto del senador zacatecano, si bien no fue a favor de la iniciativa del Presidente, tampoco fue en contra para reflejar lo que él mismo había anticipado el martes 30 de agosto, durante la reunión plenaria de los senadores de Morena, donde Ricardo Monreal anticipó la idea de presentar una iniciativa secundaria o un decreto para suplir la reforma constitucional que se requería para modificar el mando de la Guardia Nacional del ámbito civil al militar: “No basta un acuerdo, circular o reglamento, ni siquiera Ley Ordinaria, dije que era indispensable modificar la Constitución. Cualquier aficionado al derecho, cualquier estudiante de primer año de Derecho lo sabe”. Tanto en esa ocasión, como ayer en los argumentos que dio para su voto particular, el senador zacatecano destacaba que “el carácter civil de la Guardia Nacional es un mandato constitucional que no se puede modificar mediante una reforma a la legislación secundaria”, como propuso el Presidente y aprobaron sus compañeros senadores de Morena. Seguramente tratando de no enfadar más al inquilino de Palacio, con el que ya ha reconocido públicamente que tiene un “pleito”, Ricardo Monreal creyó que la abstención sería un mensaje menos bélico hacia el Presidente. Pero para la mala fortuna del líder de Morena, su voto no cayó bien ni en Palacio Nacional, donde la molestia presidencial lo tachó de traidor, ni siquiera en el bloque de oposición en el Senado, donde los senadores opositores le chiflaron cuando anunciaba su abstención en una votación tan trascendente y en la que él mismo había anticipado que votaría en contra. Es decir, que al final, Monreal no quedó bien ni con Dios ni con el diablo y lo peor es que si ya Adán Augusto había iniciado un reencuentro y una operación cicatriz, en la que ya se hablaba de una fecha para que el zacatecano fuera recibido en Palacio Nacional por el Presidente, después de 14 meses de que lo vetaron completamente, ahora, después del grito que se escuchó en la madrugada en el aposento presidencial, el reencuentro entre López Obrador y Monreal Ávila se ve no solamente lejano, sino casi imposible…Y hablando de rupturas, la de la Alianza Va por México ya se ve irreversible. El jueves el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, quien hoy presenta su 1er. Informe de Gobierno, subió un video a redes sociales en el que le pide al PAN romper definitivamente la alianza con Alejandro Moreno Cárdenas, el presidente del PRI, al que califica de “traidor” y de no haber respetado los acuerdos y compromisos de la coalición opositora. “Bajo estas circunstancias es mi deber político y moral señalar que no es posible ni deseable continuar con esa alianza bajo los términos establecidos”. El gobernador panista pidió que el PAN se alié con “la mayoría de priistas y con perredistas que se sientan orgullosos de ser oposición y creen en la dignidad y la justicia” y dijo que no es momento de medias tintas. Es decir, que ya está apurando, desde adentro del PAN a una nueva alianza opositora, pero sin el PRI. ¿Acaso la nueva alianza “Va por México” será entre el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano? Es pregunta… Los dados mandan Escalera doble. Buena semana.

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