Ni la Fiscalía General de la República, ni el gobierno federal, ni la Cámara de Diputados, con sus ejércitos de abogados y todo su aparato legal, pudieron contra el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca. Ayer la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través del voto de los 5 ministros de su Primera Sala, anuló la orden de aprehensión en contra de Cabeza de Vaca y, sin descalificar el proceso de desafuero de la Cámara de Diputados federal, le dio la razón legal y constitucional al Congreso del estado de Tamaulipas, al considerar que el mandatario mantiene el fuero constitucional y nunca lo perdió aún con los fallos y acciones federales que ignoraron las facultades del Poder Legislativo local.

Con esta decisión de la Corte, el gobernador panista se anotó una primera victoria en su diferendo legal con la Federación y le propina un duro revés a los tres Poderes de la Unión: primero al gobierno de López Obrador, que lo investigó y acusó a través de la Unidad de Inteligencia Financiera; luego al fiscal Alejandro Gertz Manero , que le imputó delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada; por supuesto el golpe de Cabeza también fue para la Cámara de Diputados que lo desaforó y declaró la procedencia de las acusaciones en su contra; y finalmente hasta el mismo Poder Judicial Federal salió raspado, porque la Corte anuló y desautorizó la orden de aprehensión emitida por el juez federal Iván Zeferino Hernández.

Tras el fallo de los ministros de la Primera Sala, que validaron la sentencia de su compañero el ministro Juan Luis González Alcántara, Francisco García Cabeza de Vaca no podrá ser detenido mientras permanezca en el cargo de gobernador, que concluye en octubre próximo, y aun una vez que deje la gubernatura de Tamaulipas, no tendrá ninguna acusación penal, a menos que la Fiscalía General de la República formule nuevas acusaciones e imputaciones en su contra, las cuales tendrán que ser nuevamente sometidas ante un juez federal para determinar su procedencia.

Sabedor de que el de ayer es un triunfo jurídico, pero también político para él, Cabeza de Vaca emitió ayer un video que publicó en sus redes sociales, en donde se ufanó que después de más de un año de litigios y controversias constitucionales, la Suprema Corte “ha dejado claro que siempre tuve la razón y que en todo momento actuamos con estricto apego a la verdad”. Parado frente al escudo del estado de Tamaulipas y con las banderas de México y de su entidad a los lados, el gobernador panista afirmó: “La Corte revierte la burda persecución política en mi contra y de mi familia, así como reafirma que la soberanía de Tamaulipas no puede ser violentada por una mayoría legislativa facciosa en la Cámara de Diputados”.

Cabeza sabe bien que el triunfo de ayer puede ser momentáneo y que, eventualmente, la FGR y el gobierno de López Obrador podrían volver a acusarlo y a perseguirlo penalmente, pero ayer el mandatario panista que se enfrentó al embate del aparato federal y que no ha podido ser sometido ni doblegado por el poder presidencial, aprovechó su momento y arremetió parejo lo mismo contra el gobierno federal, al señalar que “las denuncias presentadas en mi contra fueron fabricadas y estaban sustentadas en mentiras”, que contra la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados, a la que acusó de aprobar el desafuero en su contra “para sacar tajada política en los procesos electorales de 2021 y 202”, y ya encarrerado, arremetió contra el Juez de Control que “se dejó intimidar y actuó por consigna, a pesar de la falta de elementos, de las inconsistencias del proceso y, sobre todo, de la evidencia aportada que desmentía cada una de las acusaciones”.

El fallo de ayer deja muy mal parados a los tres poderes federales y, salvo la Corte que por primera vez en su historia sanciona a otro órgano interno del Poder Judicial Federal, al anular la orden de aprehensión de un juez federal de control, el Ejecutivo y el Legislativo se ven, como pocas veces en la historia del federalismo de este país, vencidos por los poderes de una entidad federativa, concretamente por un gobernador estatal y su Congreso que ayer, aunque sea momentáneamente y por los próximos dos meses, sometieron al poder central, algo pocas veces visto en un país presidencialista y centralista en el que históricamente son los presidentes los que sometían a los estados y a sus gobernadores.

Tal vez sea una victoria momentánea y, ante el silencio que hasta anoche mantenía la Fiscalía General de la República, habrá que esperar para saber si habrá o no nuevas acusaciones en contra de García Cabeza de Vaca. Por lo pronto, es un hecho que el panista no sólo tiene oxígeno político de aquí al 1 de octubre de 2022, cuando termina su encargo y entrega el poder al morenista Américo Villarreal. Pero, además, si para ese día no hay nuevas acusaciones sustentadas y presentadas ante un juez, Cabeza de Vaca podría salir del país libremente y utilizar su ciudadanía estadounidense, porque tiene la doble nacionalidad, para trasladarse a territorio de la Unión Americana, lo que complicaría cualquier intento de acusarlo penalmente de nueva cuenta.

Y si a eso se le suma que el gobernador panista tiene en la mira a Morena y a varios políticos locales que recibieron financiamiento con dinero ilegal del empresario asesinado Sergio Carmona, empezando por varios alcaldes tamaulipecos y continuando con el gobernador electo Américo Villarreal, contra quienes hay investigaciones y carpetas judiciales abiertas en la Fiscalía de Justicia de Tamaulipas —por no hablar de los expedientes que tienen en su poder agencias estadounidenses como el FBI y el ICE sobre los morenistas y el financiamiento con dinero sucio de Carmona—, entonces habría que pensar que la victoria de ayer de Cabeza podría no ser tan pírrica y que la derrota de la Presidencia y de la FGR podría no ser tan mínima.

NOTAS INDISCRETAS…

La soledad con la que Alejandro Moreno Cárdenas está enfrentando el embate judicial y político en su contra es cada vez más notoria. Si bien el dirigente nacional del PRI se sigue viendo muy decidido y echado para adelante cuando dice que “no nos van a doblegar ni a asustar”, y que él seguirá al frente de su partido porque “a los tiranos hay que enfrentarlos”, la realidad es que cada vez son más claras dos cosas: por un lado, Alito no tiene el respaldo de los liderazgos fuertes de su partido y, si acaso, lo apoya la estructura partidista que él controla y la fracción de la Cámara de Diputados que él integró y palomeó a la mayoría de sus miembros, y por el otro lado, la embestida del gobierno de Layda Sansores y de su ariete, el fiscal Renato Sales Heredia , no van solos y tienen todo el respaldo del presidente López Obrador, de Palacio Nacional y de la mayoría de Morena en San Lázaro, que muy seguramente procesará y aprobará el desafuero del actual diputado priista. Es cuestión de semanas, a lo mucho meses, para que Moreno Cárdenas pierda el fuero constitucional y, aun cuando ayer los dirigentes de la Alianza Va Por México, Marko Cortés y Jesús Zambrano , le dieron un respaldo público de palabra, habrá que ver qué tanto ese apoyo y respaldo de sus aliados políticos se mantiene una vez que le declaren el juicio de procedencia. Y lo que también habrá que ver es cómo reaccionan los priistas a una posible detención de su dirigente nacional y además qué reacciones hay más allá de nuestras fronteras, concretamente en Washington, desde donde se dice, le ofrecieron respaldo y apoyo a Moreno Cárdenas cuando le pidieron votar, él y los diputados de su partido, en contra de la reforma eléctrica de López Obrador…Los dados mandan Escalera Doble. Primera subida de la Semana.

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