Aunque los cambios los decidió desde el sábado 21 de agosto en la tranquilidad de su rancho en Palenque, López Obrador tenía previsto anunciar el relevo en Gobernación y el regreso de Olga Sánchez Cordero hasta el lunes de la próxima semana. Pero algo sucedió que, sin decir agua va, el jueves al mediodía el Presidente ordenó que se hicieran los movimientos y enroques en su gabinete, tomando por sorpresa a los mismos involucrados que tuvieron que hacer malabares para aparecer sonrientes en el video grabado en Palacio Nacional donde se anunciaron las salidas y llegadas en el gobierno de la 4T.

A Olga Sánchez Cordero la tuvieron que sacar de un evento que encabezaba con mujeres en el centro cultural Los Pinos, en donde había gobernadoras, juezas, secretarias, alcaldesas y diversas representantes de la lucha de género en la 4T. El evento lo organizó con semanas de anticipación y de pronto, cuando la secretaria de Gobernación estaba a punto de dar su discurso sobre el avance de las mujeres y el reconocimiento de los derechos de género en este gobierno, un asistente se acercó a ella y le dijo al oído: “El Presidente le pide que vaya urgente a Palacio”.

Para Adán Augusto López, el tema no fue tan sorpresivo, porque ya el Presidente le había anunciado el sábado en Palenque su incorporación al gabinete y le había pedido que fuera definiendo a quién dejaría como gobernador sustituto en Tabasco. Pero cuando el gobernador de Tabasco llegó a Palacio Nacional, poco antes de las 12 del día de ese jueves, en realidad iba a comentarle al Presidente cómo haría su sustitución y cuándo pensaba presentar su solicitud de licencia. En eso sí sorprendió Andrés Manuel a su paisano, cuando le dijo que el anuncio de su llegada a Gobernación se haría en ese mismo momento y le dijo que ya venía Olga Sánchez en camino para que grabaran los tres juntos el video con el que se haría el anuncio de los cambios.

El acelere de los tiempos tomó tan desprevenido al gobernador tabasqueño que, para empezar, había llegado sin corbata para su cita con el Presidente. Por eso cuando le dijeron que se iba a grabar en ese mismo momento el video, el gobernador comentó con cierta pena que no tenía corbata y el Presidente le dijo que no se preocupara. “Tráiganle una de mis corbatas a Adán Augusto. ¿Qué color la quieres?”, ordenó el Presidente. Y los ayudantes presidenciales le trajeron una corbata color guinda (como el color de Morena), que es con la que aparece el nuevo secretario de Gobernación en la grabación que ese mismo día fue difundida por la Presidencia.

PROBLEMAS EN EL PARAÍSO

La premura y las prisas con las que el Presidente decidió hacer ese movimiento estratégico en su gabinete, tuvo que ver con lo que estaba aconteciendo en el Senado, donde Ricardo Monreal, el líder de la mayoría morenista, se aprestaba a definir la presidencia de la Mesa Directiva, en una sesión en la que los senadores votarían entre 4 candidatas: Maribel Villegas, Ana Lilia Rivera, Imelda Castro y Bertha Caraveo. Malú Micher se bajó antes de la competencia y de entre esas senadoras, Maribel y Ana Lilia eran las que tenían mayores posibilidades y la primera era la candidata cercana a Monreal. Desde Palacio mandaron claramente la “línea” para que la próxima presidente del Senado no fuera alguien afín a Monreal.

Pero ese mismo jueves al mediodía, cuando ya estaba en su despacho Adán Augusto López, el presidente llamó a Ricardo Monreal para pedirle que le ayudara a operar la llegada de Olga Sánchez Cordero al Senado. “Se trata de que la reciban bien los senadores del partido y de que tenga una salida digna de Gobernación”, le pidió el Presidente a Monreal en la primera llamada que el zacatecano recibía desde la oficina presidencial después de varias semanas sin comunicación con el Presidente.

Como buen político de colmillo largo, el líder morenista en el Senado comenzó a preparar todo para el regreso de la exministra y le pidió a la Mesa Directiva de la Permanente, encabezada por Eduardo Ramírez de Aguilar, que procesara de inmediato la solicitud para reincorporarse a su escaño. Así, mientras afuera todos los análisis apuntaban a que la llegada al Senado de Doña Olga era un golpe directo para él y que el Presidente la mandaba para ser su nueva operadora de leyes y reformas con la bancada de su partido, Ricardo Monreal aparecía en un video que subió a redes sociales dándole la “bienvenida a la doctora Sánchez Cordero”, a quien se refería como “una mujer con prestigio y con talento que contribuirá al trabajo legislativo que estamos desarrollando”.

Monreal leía muy bien el movimiento y si bien estaba contento porque el mismo Presidente le llamó para pedir que lo operara, también sabía como buen político que la orden de Palacio, de subir a Olga Sánchez Cordero como la candidata “de la línea” a la Mesa Directiva, era todo un mensaje con el que no pensaba confrontarse. “Yo no me peleo con la historia”, dijo el senador cuando le preguntaron si tenía alguna diferencia o distanciamiento con el Presidente, al mismo tiempo que desestimaba y se reía cuando le preguntaban si le estaban mandando una “cuña” desde Palacio Nacional.

El zacatecano sabe bien que, por más que haya la intención de minar su liderazgo o de mandar mensajes de que el Presidente ya no le tiene la misma confianza, él sigue teniendo el control mayoritario de la bancada y bajo esa lógica seguirá operando. Aun cuando desde Gobernación mandaban mensajes sobre que doña Olga volvía al Senado “para operar directamente las reformas e iniciativas de ley del Presidente” y se referían a la exsecretaria como la nueva operadora de Palacio ante el Congreso, la realidad es que la experiencia política de Monreal y la ascendencia que aún mantiene entre muchos senadores no sólo de Morena sino también de la oposición, harán que cualquier intento por desplazarlo no sea tan sencillo para el Presidente ni para sus nuevos operadores.

Eso también lo sabe bien la nueva presidenta del Senado que tras haber sido electa por la mayoría de senadores de Morena, que la votaron a mano alzada, respondió a la cortesía política de Monreal y, demostrando que también ha aprendido a hacer política, doña Olga le dijo al zacatecano tras su designación: “Ricardo, tú te legitimas día a día como el gran líder de esta bancada; te legitimas por tus acciones, por tu institucionalidad, por el gran compañerismo que has construido a lo largo de estos tres años, porque todo el mundo te respetamos, te queremos y eres un gran líder”.

Así, mientras cada vez son más claras y evidentes las señales de que la división ya se asomó al paraíso de la 4T, tras la aparición de la manzana envenenada de la sucesión presidencial, y de que el Presidente tiene a su favorita y a su plan B —incluso ahora muchos empiezan a ver a Adán como el plan C—, pero no cuenta con Ricardo Monreal para el 2024, dentro del grupo gobernante la lucha por la sucesión se empieza a volver soterrada y silenciosa. Por afuera sonrisas, elogios y palabras de unidad, mientras adentro empiezan las rupturas, las patadas, codazos y hasta navajazos, en la lucha anticipada de los personajes y grupos que quieren recibir la estafeta de la continuidad del proyecto político lopezobradorista.

NOTAS INDISCRETAS…

Para documentar el optimismo y que nadie se haga bolas, como dijera el clásico, el presidente López Obrador empezó ayer a “placear” a su pupila y favorita para la sucesión, Claudia Sheinbaum, a la que invitó a su gira por Chiapas con el pretexto de que iban a revisar un “programa nacional de reconstrucción” sobre los sismos de 2017. La misma Jefa de Gobierno hizo notoria su presencia como invitada en la gira presidencial subiendo un video a redes sociales en donde se grabó en la plaza principal de San Cristóbal de las Casas, para anunciar que estaría en el evento del Presidente y que luego regresaría a la Ciudad de México “hoy mismo”, dijo como para que no la cuestionaran por ausentarse de sus responsabilidades. ¿Será que ahora veremos cada vez más a la gobernante capitalina salir a los estados del país donde por cierto casi no la conocen y tiene un nivel de conocimiento muy bajo a nivel nacional para ser considerada la “delfina” de este sexenio En medio de los apuros y prisas con las que tuvieron que resolver la licencia y sustitución del gobernador de Tabasco, se hicieron maniobras políticas y constitucionales bastante dudosas para poder poner al sustituto que quería Adán Augusto López. Como según la Constitución de Tabasco, tras la ausencia definitiva del gobernador por licencia, le correspondía asumir la gubernatura interina al secretario de Gobierno, José Antonio Vega Asmitia, en lo que el Congreso procedía al nombramiento de un gobernador sustituto, los morenistas tabasqueños pusieron el grito en el cielo porque “cómo iba a ser gobernador un panista”, en referencia al pasado de Vega Asmitia como militante del PAN. Y con tal de no permitirlo hicieron que el delegado de Programas Federales de la 4T, Carlos Merino, renunciara a su cargo federal, luego lo nombraron secretario del gabinete estatal por un par de horas, para así habilitarlo como gobernador interino. Al final, aunque se supone que todavía el Congreso debe reunirse para nombrar al gobernador sustituto que termine el sexenio, ayer el propio Adán Augusto, antes de partir a la Ciudad de México para ocupar a partir del lunes el despacho de Bucareli, dictó la linea y movió el dedo divino al señalar: “Carlos no es un gobernador para unas horas”. Así que es casi seguro que al señor Merino, que pasó en unas horas de ser funcionario federal a secretario estatal y luego gobernador de Tabasco, lo ratifique la mayoría morenista del Congreso local para quedar con el sustituto con todo y la bendición de Adán…Y hablando de gobernadores morenistas, al que se le va a caer el cielo es al chiapaneco Rutilio Escandón. La inédita escena que ayer vivió el presidente en Tuxtla Gutiérrez, donde manifestantes lo cercaron y le impidieron el paso para tratar de dialogar con él sobre sus demandas y quejas, sólo confirma lo que ya sabían en Palacio Nacional: Chiapas es un estado sin gobernabilidad, en la que el mandatario estatal no está resolviendo los problemas ni atendiendo las tensiones sociales, tanto que un asunto local, como los problemas de una Caja Popular, le estallaron ayer al Presidente en su visita y lo tuvieron retenido por dos horas haciéndolo suspender su reunión de gabinete y su conferencia mañanera a la que nunca había faltado López Obrador en sus dos años y medio de gobierno. Parte fue la falta de operación y previsión del gobernador Rutilio y parte también a la decisión que tomó el Presidente de no moverse del lugar donde lo cercaron los manifestantes y permanecer ahí, dentro de su camioneta Suburban del año, hasta que los maestros, médicos y madres de desaparecidos le permitieran avanzar. Así pasaron dos horas en las que el Presidente de México estuvo retenido, encapsulado en su camioneta y sin dialogar con los inconformes, algo nunca visto en la historia del presidencialismo mexicano. Ayer algunas voces afines destacaban la actitud del Presidente de no utilizar la fuerza pública ni a los militares que estaban en la novena región militar para dispersar a los manifestantes y que le abrieran paso, pero también otras voces cuestionaban que la seguridad presidencial haya permitido esta situación en la que claramente el Jefe del Ejecutivo estuvo expuesto y vulnerable a cualquier situación por casi dos horas, con todo lo que eso puede significar para la seguridad nacional. En todo caso lo que quedó claro ayer fueron dos cosas: al Presidente le están fallando los gobernadores de su partido, que no son capaces ni de evitarle un momento tan riesgoso en sus visitas, y en las giras presidenciales que antes eran pura miel, selfies y apapachos para la popularidad y el ego presidencial, cada vez se van a volver más turbulentas ante los reclamos sociales no resueltos y el desgaste del gobierno… Directivos de comunicación del Grupo Alfa se comunicaron con esta columna para aclarar que la empresa Newpek, que es parte del conglomerado Alfa, “ha operado o participado en la operación de plataformas marítimas en México”, con lo cual aseguraron que ni el consorcio ni ninguna de sus empresas tuvieron relación alguna con el reciente accidente ocurrido en la plataforma Ku-Alfa, en la sonda de Campeche, en la que murieron 5 trabajadores, dos más estaban desaparecidos y encontraron restos calcinados de otras víctimas fatales que aún no son contabilizados… A un gobernador electo, hermano de un notable senador, le escucharon decir en estos días algo que inquietó a quienes lo oyeron salir de su boca: “Entre el proyecto de mi hermano y el del Presidente, me quedo con el Presidente”. Así del paraíso dividido de la 4T, de la llegada de Adán y la manzana envenenada de la sucesión, ¿pasaremos a la historia de Caín y Abel?...Los dados mandan Serpiente Doble. Mal termina la semana.