/opinion/historico

Enfermeras, el trabajo más fuerte; el eslabón más débil

¿Ustedes creen que las y los enfermeros no preferirían estar en cuarentena, en vez de exponerse diariamente a contraer el virus, haciendo frente -además- a la saturación y la falta de recursos en los hospitales?

30/03/2020 |02:31
Redacción El Universal
Pendiente este autorVer perfil

“En Jalisco agreden a enfermeras por verlas con uniforme. No les permiten subir al transporte colectivo ni a los taxis, y les arrojan agua con cloro por el temor a ser contagiados por ellas.”





El sábado 28 de marzo, a las 22 horas, me llegó este mensaje. Mensaje de esos que nunca quisieras abrir. Al principio creí que se trataba de una fake news; pero, lamentablemente, resultó cierta. ¿Por qué las crisis sacan lo mejor y lo peor de los seres humanos? –fue lo primero que me pregunté. ¿Cómo es posible que el pánico nos lleve a comportarnos de una manera tan irracional? ¿Por qué agredir a quienes se encuentran, precisamente, en la primera línea del combate al Covid-19?

El personal de enfermería está haciendo todo lo humanamente posible por desempeñar su trabajo con profesionalismo y humanismo -en México y en todo el mundo-, anteponiendo incluso el bienestar de los pacientes al de sus propias familias. ¿Ustedes creen que las y los enfermeros no preferirían estar en cuarentena, en vez de exponerse diariamente a contraer el virus, haciendo frente -además- a la saturación y la falta de recursos en los hospitales, inventando mascarillas con botellas de plástico y, en medio de todas esas carencias, procurando atender dignamente a las personas, todos los días, a toda hora, en cada momento que se necesita?

Club El Universal

Agrava la noticia el hecho de que hayan sido enfermeras, las agredidas. En el contexto de la violencia de género y los feminicidios que están presentes en el país, esto parece estar relacionado, también, con violencia de género , lo que vuelve extremadamente peligrosa la situación, ya que conjuga elementos nocivos de la cultura, como el machismo y la agresión a las mujeres, con aspectos coyunturales, propios de esta crisis epidemiológica, que están generando pánico en algunos individuos y colectivos.

En lugar de agredir, deberíamos reconocer y agradecer –como lo hacen otros países– el trabajo arduo e imprescindible del personal sanitario.

Debemos recordar que, en México, somos 305 mil enfermeras y enfermeros. Es decir, menos de 3 por cada mil habitantes. De ese total, cerca del 80% somos mujeres. Este dato nos coloca muy por debajo entre los países de la OCDE, organismo al que México pertenece. Se necesitan más. Mas recursos humanos profesionales y capacitados, y más recursos financieros que permitan adquirir el equipamiento mínimo: cubrebocas, ropa y anteojos herméticos; pruebas rápidas, monitores y ventiladores. Incluso, mobiliario tan elemental, como una bolsa hermética para que las enfermeras y trabajadores sanitarios todos puedan colocar su uniforme al salir del hospital , para que los trabajadores de la salud puedan cambiarse al llegar y al salir del hospital; incluso algo tan elemental, como baños y regaderas suficientes.

En este 2020, que ha sido denominado por la OMS en todo el mundo como Año Internacional de la Enfermería y la Partería, rechazamos tajantemente la violencia en contra de las enfermeras y los trabajadores de la salud, y pedimos a las autoridades políticas públicas que contribuyan a dignificar la profesión y a garantizar la seguridad laboral y física de todas las enfermeras y los enfermeros. El ejemplo de Florencia Nightingale –cuyo segundo centenario de su natalicio se conmemora en este año– guía e inspira el trabajo cotidiano del personal de enfermería. Ahora, en todo el mundo las y los enfermeros asumimos la responsabilidad de brindar cuidados a los pacientes y sus familias, de procurar alivio, de acompañar a las personas en momentos críticos, y de contribuir a salvar vidas, sin importar la gravedad del paciente, ni su religión, clase social o nivel educativo. Lo hacemos con solidaridad y profesionalismo. Pero exigimos, tanto de la ciudadanía como de los gobiernos locales, estatales y federales, compromiso y corresponsabilidad. Para beneficio de todos.

Directora de la Escuela Nacional de enfermería y Obstetricia UNAM