Tener más de 2 opciones en esta elección tenía muchos factores en contra. La polarización ofrece únicamente dos opciones: “a favor” o “en contra”. Sin embargo, algo diferente pasó en Nuevo León, que refresca la arena política.

El voto diferenciado en Nuevo León es masivo y merece analizarse. Entre 350 y 500 mil votantes, sobre un total de casi 2 millones de personas que votaron el domingo, consideraron las opciones disponibles y brincaron fronteras partidistas.

El caso más evidente lo ejemplifica el triunfo de Samuel García (MC), quien obtiene la gubernatura con 700 mil votos. Mientras en las boletas a presidencias municipales en su conjunto MC obtiene solo 427 mil votos y en las boletas de diputaciones locales recibe únicamente 373 mil.

El voto diferenciado es aún mayor que estos datos agregados. La mayor diferencia en lo municipal la consigue Luis Donaldo Colosio Riojas, también postulado por el MC, quien obtiene casi 230 mil votos para ganar holgadamente la elección municipal en Monterrey. En ese mismo municipio, en la boleta para gobernador, el MC recibe 50 mil votos menos, 180 mil. Lo mismo que el candidato a gobernador de la coalición PRI/PRD, Adrián Fernández de la Garza.

La diferenciación no solo incumbe a Samuel García o Colosio Riojas. En San Pedro Garza García, el candidato independiente Miguel Treviño logra la reelección con 37 mil 500 votos, un holgado 57%. Su contendiente, por el PAN Mauricio Fernández, obtiene casi 22 mil votos (33%). En ese municipio, donde el candidato a alcalde de MC no llega a 2 mil votos, Samuel García obtiene 35 mil votos y Adrián Fernández, candidato a gobernador del PRI/PRD 21 mil. En cambio, Fernando Larrazábal, candidato a gobernador por el PAN solo logra 8 mil 500. Los votos se “cruzan” de múltiples maneras.

En Guadalupe, en Apodaca y en otros municipios el voto diferenciado es similar, candidaturas municipales para el PAN o para la coalición PRI/PRD y la gubernatura para MC, pero con múltiples variaciones de decenas de miles de votos. Lo que sí coincide es que en Nuevo León en todos los casos se castigaron las propuestas de Morena, iniciando por la recién “conversa” priista candidata a gobernadora Clara Luz Flores, quien se fue hasta el 4º lugar.

Además del peso específico en la economía y poblacional de Nuevo León, la ciudadanía de ese estado está también creando nuevas realidades políticas. En 2015 “estrenaron” las candidaturas independientes y eligieron al primer gobernador registrado sin el respaldo de partidos. Ahora eligen a un gobernador de un partido emergente, sin entregarle los votos en el Congreso local o en los municipios.

Y por si faltaran ingredientes para abrir nuevos escenarios de futuro, el legado y la carga simbólica del futuro alcalde de Monterrey, Colosio Riojas es innegable. El domingo pude atestiguar presencialmente la frescura y honestidad que transmite con su juventud. Su presencia humana es muy elocuente. Su lema refleja bien su potencial: “México renace en un nuevo Nuevo León”.

Esperemos no se trate de “proyectos personales” sino de nuevas formas de hacer política y de renovación desde nuevas generaciones para acabar con la partidocracia que tanto daño ha hecho al país.

Si estos jóvenes logran contrastar por sus resultados y también por abrir espacios de participación ciudadana, pueden contribuir a romper la polarización. Si se abren a la colaboración con la sociedad civil pueden oxigenar la vida pública y abrir opciones que tanta falta hacen al país, con su rica diversidad y su dolorosa e inaceptable desigualdad.

Consultor internacional en programas sociales.
Twitter: @rghermosillo

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