Una revisión simple de las noticias arroja que Morena , el partido del presidente López Obrador , se halla enfangada en una primera ola de pugnas internas a raíz de sus postulaciones a las gubernaturas que serán disputadas en junio próximo. Y al parecer lo peor está por venir.

Contra lo que se esperaba inicialmente, cada día también parece consolidarse un frente opositor, formado por PAN, PRI y PRD, con la misión central de arrebatar a Morena el control de la Cámara de Diputados federal, o al menos disminuir su peso y el de sus aliados para impedirles imponer reformas constitucionales impulsadas por Palacio Nacional.

Renuncias de aspirantes que se dicen engañados, quejas ante autoridades electorales y una pugna entre grandes jefes del oficialismo para imponer a los suyos en la boleta, dominan el escenario de Morena. En la acera de enfrente, la alianza opositora logra paulatinamente resolver sus inevitables contradicciones. Este martes, por ejemplo, todo indica que en Veracruz (con uno de los padrones electorales más grandes), los citados partidos lograrán oficializar un pacto, pese a que apenas una semana antes habían roto las negociaciones de manera ruidosa.

Por el lado de Morena, las proyecciones de votación deberán incluir la merma que supondrá que personajes que buscaron candidaturas y que se quejan de fraude en el proceso de consulta, se conviertan en poderosos adversarios que pongan a sus bases y seguidores al servicio de otra causa, o solo alienten brazos caídos.

En contraste, espacios del sector privado, de organizaciones sociales de diverso signo, comienzan a ver a la alianza opositora como una opción real de poder, y toman decisiones sobre dónde empeñar sus recursos de todo género en el camino hacia la cita con las urnas.

Frente a todo ello, el enigma a la vista ronda en torno al giro que el presidente López Obrador pueda imprimir al actual estado de cosas, la dimensión y el sentido en que arriesgará su enorme capital político para lograr la sobrevivencia de la 4T. No vivirá mucho quien no vea el fin de esta historia.

APUNTES

La designación de Roberta Jacobson como integrante del Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos para su zona sur, colindante con México, adelanta la prioridad que el gobierno Biden asignará a los temas con su complicado vecino. Estará pronto a la vista un nuevo activismo de Washington en la agenda de seguridad fronteriza, migración, medio ambiente, derechos humanos y temas laborales. Jacobson forma parte de una generación de profesionales de la diplomacia con América Latina que durante el gobierno de Bill Clinton consolidó Arturo Valenzuela, subsecretario del Departamento de Estado y enviado especial para la región latinoamericana. A su lado se formó la que sería su sucesora y luego embajadora en México entre 2016 y 2018. Juan González, pupilo de ambos, es ya el responsable para América Latina del propio Consejo. Ese equipo no necesitará curva de aprendizaje *** Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública, destaca en el bloque radical del equipo López Obrador, en el que se ha cobijado Hugo López-Gatell, responsable del manejo de la pandemia…, salvo cuando toma vacaciones. De ambos parece haber surgido la ocurrencia estrafalaria de iniciar una indagación administrativa contra Martha Delgado, subsecretaria de la cancillería, por supuestas irregularidades en las pruebas realizadas aquí con la vacuna CanSino contra el coronavirus. Esta última respondió que tal proceso no estuvo bajo control de la cancillería. ¿Será que tolerar el intercambio de “misiles amigos” es el principal divertimento de Palacio Nacional?

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