Este martes resultará confirmado, por la vía del secretario de Hacienda, Arturo Herrera, que el gobierno mexicano entrará en 2021 en un periodo de inanición financiera frente a la peor crisis económica de que se tenga memoria. El reporte será entregado al Congreso de la Unión, el cual vive una de sus horas más bajas, por lo que mal podríamos esperar de diputados y senadores que asuman un papel protagónico, con propuestas propias que compensen la inacción del Ejecutivo.

En el peor momento, la Cámara de Diputados, que tiene la mayor responsabilidad en la definición del presupuesto federal, aun no supera uno de los mayores escándalos parlamentarios, con la compra-venta de diputados, un maloliente pantano, en el que chapotearon los partidos del Trabajo, Encuentro Social y Morena. Se trata de la coalición producto de la 4T, cuyo desempeño hará dudar a muchos si en las elecciones del próximo año se les debe seguir dando la oportunidad de ser mayoría en la cámara baja.

Al final del día, fue necesario que el presidente López Obrador llamara a respetar el turno de del PRI, que se concretó en una de sus figuras más respetables, Dulce María Sauri, a quien le tocará conducir sesiones de un San Lázaro convertido en selva. Con todo, quedará el antecedente de una abierta injerencia de Palacio Nacional para sosegar el infantilismo y voracidad de los políticos mercaderes.

Fue a lo largo de agosto que se exhibió una versión putrefacta de la política en San Lázaro a fin de burlar el acuerdo establecido al inicio de la legislatura, en 2018, para que la presidencia recayera sucesivamente en Morena, Acción Nacional y el PRI.

El primer día del mes, la morenista Lorena Villavicencio denunció que el PT, vía Reginaldo Sandoval, compraba diputados a razón de cinco millones de pesos para aumentar su bancada y reclamar para sí la presidencia.

Esta rebatinga no es un fenómeno reciente. En dos años de legislatura, 45 diputados han brincado de partido, y el Senado ha aportado su propia cuota. El diputado Jesús de los Ángeles Pool estuvo en el PRI, se pasó a Morena, después al PRD y regresó al PRI. Pero la principal razón ha sido pugnas entre bloques de Morena, mientras sus líderes se embarcan en propuestas frívolas y se distancian de las prioridades de la gente.

El 28 de agosto se anunció que cuatro diputados, Mauricio Toledo, Héctor Serrano, José Ángel Pérez y Manuel López había sido reclutados por el PT, y que así pudiera presidir la cámara Gerardo Fernández Noroña. Se trata de figuras relevantes en los considerados cacicazgos del PRD en la pasada administración de Miguel Mancera. No debe sorprendernos que los ciudadanos ya no nos sintamos representados por nuestros representantes.

Apuntes:

El Instituto Nacional Electoral, que encabeza Lorenzo Córdova, descarriló la causa de tres agrupaciones que buscaban constituir nuevos partidos, ancladas a figuras de amplia notoriedad:

Felipe Calderón, desde 2006 némesis del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador; la maestra Elba Esther Gordillo, abierta aliada del tabasqueño en la campaña de 2018, pero a la que le fueron cerrados los caminos para retomar activismo en el sindicalismo magisterial y ahora, en lo partidista. El tercer personaje es el líder sindical favorito del sexenio, Pedro Haces, al que se le atribuía estar construyendo una plataforma política para Ricardo Monreal hacia la sucesión presidencial del 2024. El mensaje presidencial del fin de semana, pleno de hiel y revanchismo, incluyendo en especial a Calderón. Pero atinó en un punto: desde la adversidad también se construye futuro.

rockroberto@gmail.com

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