Si no nos abofetearan un día sí y otro también tantas historias de impunidad , no debería cabernos duda de que la comparecencia ante la justicia mexicana del general en retiro Eduardo León Trauwitz —si Canadá, como todo indica, lo entrega en extradición— desenmascarará a políticos, militares, líderes sindicales y empresarios involucrados en el robo de combustible, delito que creció descaradamente durante los dos últimos años del gobierno de Enrique Peña Nieto , que fue más o menos contenido durante los dos primeros del actual de AMLO, pero que este 2021 persistió.

Aunque con menor incidencia, pero con cifras muy estabilizadas a lo largo del año, el también llamado “huachicol” no ha dejado de ser redituable para los grupos delictivos, lo que sugiere que persisten las redes de corrupción pública y privada que lo prohíjan y protegen, y que su combate —cruzada iniciada por López Obrador desde los primeros meses de su mandato— se ha estancado.

Trauwitz, jefe de escoltas de Peña Nieto cuando era gobernador del Estado de México y quien, ya Presidente, lo nombró subdirector de Salvaguarda Estratégica de Pemex, fue detenido en Canadá el viernes pasado, dos años después de que se expidiera su orden de aprehensión con fines de extradición.

La FGR lo acusa de delincuencia organizada por permitir y encubrir el robo de hidrocarburos entre 2014 y 2018. La denuncia incluye al menos a otros siete militares que estuvieron bajo sus órdenes y que actualmente ya son procesados.

Se sabe que la comisión de este delito se remonta a los años 90, pero únicamente concentrado en círculos de Pemex y sus trabajadores, mediante la ordeña de pipas y barcos. Fue hasta 2001 cuando el periódico La Opinión documentó por primera vez las operaciones de una banda que extraía combustible clandestinamente de los ductos de Pemex en el norte de Veracruz .

Durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) el fenómeno empezó un repunte aparejado a la estrategia de seguridad nacional que emprendió. La periodista Ana Lilia Pérez documentó que durante ese sexenio se fue conformando una “organización paralela a Petróleos Mexicanos”, dedicada a diferentes modalidades del robo de combustible, desde la ordeña de pozos, ductos y pipas, hasta la venta en mercados internacionales. En tanto, la expresidenta del INAI , Jacqueline Peschard señala en la Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales de marzo pasado (“Claroscuros de un delito que no cede”), que con ese fin se consolidaron pactos entre políticos, funcionarios públicos, trabajadores de la paraestatal, contratistas, ordeñadores y miembros del crimen organizado.

El número de tomas clandestinas descubiertas documenta el crecimiento del delito. Así, mientras que en 2000 se encontraron 155, en 2012 se reportaron mil 361, de acuerdo con solicitudes de información a Pemex.

Pero el gran disparo ocurrió entre 2014 y 2018, período en el que pasaron de dos mil 990 a catorce mil 910, precisamente durante el gobierno de Peña Nieto y la gestión de Trauwitz al frente de la seguridad de Petróleos Mexicanos.

Fue en esa época que se registraron episodios de brutal violencia como el ocurrido en Palmarito, Puebla , durante un enfrentamiento del Ejército con delincuentes y pobladores convocados para la ordeña, en el que quedó grabado cómo un soldado remató a uno de los criminales heridos.

En ese contexto López Obrador emprendió en enero de 2019 la cruzada contra el “huachicol”. Ordenó el cierre de ductos para determinar los puntos de extracción lo que generó un problema de desabasto de gasolina. La gravedad del problema quedó expuesta días después con la explosión de una toma clandestina en Tlahuelilpan, Hidalgo , que cobró la vida de 137 personas.

Si en 2018 se extrajo por esas casi 15 mil tomas clandestinas la cifra histórica de 58 mil barriles diarios de combustible, ésta se redujo en 2019 a cinco mil barriles diarios y hasta julio de este año a cuatro mil 700 barriles diarios. Las pérdidas anuales por el “ huachicol ” eran en diciembre de 2018 de sesenta mil millones de pesos, cifra que bajó del primero de enero de 2019 a febrero de 2021 a siete mil 827 millones de pesos.

Con base en estas cifras se puede inferir que el combate del gobierno de AMLO contra el “huachicol” ha funcionado, pero también que la comisión de ese delito no cede en su totalidad, lo que solo se explica por la persistencia de redes corrupción. Ojalá que el proceso contra Trauwitz acabe por desmantelarlas.

Instantánea:

SOBREDOSIS. Cada cinco minutos muere una persona en Estados Unidos por sobredosis de drogas. La Administración de Control de Drogas de aquel país alerta que los cárteles mexicanos del narcotráfico han aumentado el flujo de narcóticos al utilizar las redes sociales para venderlos. El profesor de Relaciones Internacionales de la UNAM José Ignacio Martínez Cortés pronostica que si el gobierno de Joe Biden no toma acciones enérgicas para combatir tráfico y consumo de drogas en su país, su flujo desde México seguirá aumentando.

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