Recientemente trascendió que la Alianza Nacional por un Consumo Responsable de Bebidas Alcohólicas promueve una urgente iniciativa para modernizar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en las bebidas alcohólicas. De hecho, son varias industrias del país las que están a favor de esta iniciativa.

El objetivo es migrar de un esquema ad valorem (según el valor) a uno ad quantum (impuesto según el porcentaje de contenido de alcohol). Desde 2020 los productores nacionales de mezcal, sotol, charanda, cerveza artesanal, importadores, distribuidores y consejos certificadores sostienes pláticas para plantear a las autoridades hacendarias una revisión profunda del esquema ad valorem.

Para este robusto segmento económico, gravar el costo del producto ha fallado en desincentivar el consumo explosivo del alcohol y esto ha generado evasión fiscal, que se calcula en unos 8 mil 500 millones de pesos anuales, e impide un desarrollo eficiente de los pequeños productores mexicanos.

Este cabildeo empieza a tomar forma y ahora es una iniciativa legislativa impulsada por el senador Gerardo Novelo, del partido Morena, que busca modernizar el IEPS bajo el sistema ad quantum, que impone una cuota fija según el volumen de alcohol de las bebidas.

Se supone que esta propuesta traerá beneficios como desincentivar el consumo del alcohol, especialmente entre niñas, niños, jóvenes y personas vulnerables. También deberá reducir las muertes y enfermedades asociadas al consumo nocivo.

Se impulsaría también un desarrollo sostenido en el campo y en toda la cadena de valor de la producción de destilados y fermentados, así como mejoras en la recaudación fiscal, sin aumentar impuestos. De hecho, hay expertos que calculan que se podrían captar 20 mil millones de pesos anuales extras, con esa medida.

A todo eso, súmele que habría menos huecos donde se puedan fugar las aportaciones fiscales, un “piso parejo” entre pequeños productores de destilados y fermentados ante los grandes fabricantes y, aunque esta iniciativa no prosperó en 2020, se especula que en la revisión del presupuesto de este año se concrete debido a los beneficios mencionados.

La Alianza Nacional por un Consumo Responsable de Bebidas Alcohólicas advierte que se ha señalado erróneamente que es un impuesto que dejaría una pérdida recaudatoria. Veremos en qué termina este etílico debate. Tome nota.

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