El ciclo de maduración del agave Tequilana Weber Azul, con el que se produce la espirituosa bebida que nos da identidad en el planeta, atraviesa por momentos críticos. Los expertos agaveros alertan que hubo una sobreexplotación de esta planta en la zona de Denominación de Origen del Tequila, en los cultivos de 2017, 2018 y 2019 que, de no actuar a tiempo, podría derivar en una severa crisis de sobreproducción.

Por eso ayer salió el Consejo Estatal Agavero, que encabeza Raúl García Quirarte, a alertar esta situación. Este organismo sostiene que las 171 empresas productoras de tequila en el país requieren cada año 70 millones de piñas de agave para sortear la demanda interna y externa, por lo que un excedente de 20% de agave sería el ideal.

Para García Quirarte, estamos a tiempo de poner orden en el mercado para evitar una sobreproducción de esta materia prima. Actualmente se tiene un padrón en el cultivo de agave que excede la demanda anual, pero el crecimiento del mercado de exportación puede equilibrar.

En este momento existe agave maduro de seis, siete y ocho años en cantidades menores a las que requiere la industria, pero también hay un registro de contar con suficiente agave menor de cinco años que, al emplear paquetes tecnológicos, está anticipando su “jima” o cosecha. Con este mecanismo, la piña está en óptimas condiciones para su cosecha.

Y aunque hay cierto desabasto de materia prima madura, también hay cierta estabilidad en el precio del kilogramo de agave. El agave de mediana calidad oscila en 24 pesos por kilo, mientras que el de alta calidad en azucares se vende en 26 pesos. Los expertos descartan una caída abrupta en el precio del agave y prevén un piso de entre 12 y 15 pesos por kilogramo.

Por supuesto que el cambio climático juega un papel importante en estas proyecciones, pues la falta de lluvia, los incendios forestales y las heladas retardan y amenazan el proceso de maduración del agave. Es por eso que, en la actualidad, no hay agaves maduros y se opta por cosecharlos a edad de cinco y seis años. Aunado a ello, las plagas también amenazan al cultivo, lo que provoca que los productores prefieran otros cultivos.

Así el panorama del agave de nuestro país, en medio de una pandemia, pero también de un explosivo consumo de tequila en el planeta. De no saber capitalizar esta oportunidad de desarrollo, podría colapsar esta importante agroindustria esencial. Tome nota.

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