A propósito de los tiempos de pandemia, hay una curva que tampoco se ha podido aplanar y me refiero a la del precio del kilogramo (kg) de agave Tequilana Weber, base del tequila. Hace un par de años todavía se cotizaba en 10 pesos, pero ahora este indicador registra un pico máximo de 30 pesos. Si el peso promedio de una piña de agave oscila en 25 kg, saque usted sus conclusiones sobre el tamaño del problema que enfrenta esta agroindustria.

Los expertos agaveros aseguran que llegó a su precio máximo, pero hay voces que sostienen que puede subir de 5 a 10 pesos más, dependiendo de los pedidos que se reporten para atender la demanda de la segunda mitad del año.

Acabo de visitar la Destilería Morales, que encabeza el agroindustrial Jorge Humberto Morales, en la periferia del poblado de Arandas, Jalisco, y me enteré de este delicado tema. Para los agaveros es un buen momento, pero para las grandes marcas representa un importante encarecimiento de la materia prima y, seguramente, se trasladará al consumidor final.

En un entorno de pandemia a nivel mundial, la cotización del agave es de vital importancia para la cadena de suministro, el control de importación y exportación, hasta la política del gobierno regional y la influencia futura en esta industria. Si hay un sector que ha sacado la casta en estos días complicados es el tequilero pues, con el confinamiento, los consumidores se refugiaron en las bebidas espirituosas como el tequila.

En los últimos cinco años, el comportamiento del mercado agavero ha impactado directamente a los productores y las proyecciones de desarrollo industrial. Este tema ha generado un debate sobre las actuales políticas macroeconómicas y, por supuesto, la política industrial.

Y es que el agave, como materia prima, y el perfil de los usuarios finales de esta industria, también han experimentado una serie de cambios por el Covid-19. Esto se refleja en la curva de las cotizaciones del agave, impulsada por la epidemia, que obliga a transformar y reformar a la industria.

La pregunta es, ¿quién le pone el precio del agave? La respuesta está en los perfiles de las compañías que están consumiendo el producto, las especificaciones del tipo de plantas, la capacidad, la producción, el costo, los ingresos y la información de las destiladoras, así como los canales de comercialización y la viabilidad de los proyectos de inversión, y las proyecciones de oferta y demanda de este mercado. Lo normal es que tienda a caer el precio, incluso hasta por debajo de 10 pesos por kilo, pero con la “nueva normalidad”, todo puede pasar.

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