Entre la cascada de libros que irrumpen indefectiblemente cada temporada electoral, pocos se vuelven lecturas perdurables. No obstante, algunos terminan convertidos en referencia ineludible para historiadores e investigadores. La nueva disputa sobre el futuro de Luis Rubio es uno de éstos. Destacado analista político, Luis Rubio representa una rara avis en el panorama editorial mexicano. No pertenece a ninguna capilla ni habla en representación de un grupo. Lejos de eso, como genuino liberal, Rubio posee voz y criterio propios. Es uno de los contados exponentes en nuestra prensa que incorpora permanentemente la variable internacional en sus perspectivas. Su nuevo libro no es la excepción, pues consigue una mezcla saludable de la coyuntura nacional con la internacional. Frente a las pasiones políticas al calor de la polarización, la opinión de Rubio se mantiene equilibrada y mesurada, pero clara y firme.

Si bien esta obra continúa la línea argumentativa de sus libros anteriores, las ideas de Rubio encuentran culminación afortunada en una síntesis que aterriza todas sus inquietudes. Primero procede al diagnóstico de la disfuncionalidad del sistema político mexicano contemporáneo. Segundo, la incompatibilidad de la visión obradorista con la nueva circunstancia mundial. Tercero, la propuesta de una mayor participación ciudadana en el diseño de otro sistema político más acorde con los desafíos del siglo XXI. En el caso de la disfuncionalidad del sistema político mexicano, Rubio disecciona el agotamiento de un modelo diseñado para enfrentar los problemas del siglo XX que no tiene las herramientas para plantarle cara a los retos del XXI. Reformamos exitosamente el sistema electoral dice Rubio, no así el sistema de gobierno para proveer con eficiencia servicios públicos de calidad. La disfuncionalidad del sistema, un problema estructural ya ostensible desde el llamado período de la transición, se evidenció con mayor fuerza en el sexenio de López Obrador, empeñado en destruir las pocas instituciones que operaban con algún grado de eficacia.

La incompatibilidad de los planes presidenciales con la marcha del sistema internacional produjo y seguirá produciendo un alarmante empobrecimiento y aislamiento de México. La obsesión del discurso gubernamental con un supuesto pasado idílico, su nostalgia por el nacionalismo revolucionario se estrella una y otra vez con el muro de la modernidad internacional, pero los costos no los paga el presidente sino los mexicanos. Una economía de conectividad permanente con las cadenas productivas en todo el planeta, la masificación de la inteligencia artificial, la generación de energías limpias, el calentamiento global, la desaparición de millones de empleos como consecuencia de la robotización son condiciones para las que Morena simplemente no tiene respuesta. Si bien la pandemia no produjo esa revolución internacional que añoraba una parte de la izquierda, sí aceleró tendencias geopolíticas como el conflicto entre China y Estados Unidos. Entonces, ¿cuál es la estrategia mexicana ante la nueva situación del mundo?

La tercera inquietud de Rubio se refiere a su convicción sobre la capacidad de crecimiento de la sociedad civil mexicana. El autor subraya las posibilidades transformadoras de la acción ciudadana organizada, amenazada por la concentración de poder y el autoritarismo presidencial. Si puede leer un solo libro antes de la jornada electoral, escoja éste. Lo invito a la presentación de esta importante obra el jueves 27 a las 6 de la tarde (hora de la Ciudad de México). Hablarán Edna Jaime de México Evalúa, el profesor Roger Bartra, el propio Luis Rubio y un servidor tendrá el inmenso privilegio de acompañarlos.

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