El más reciente episodio del podcast del expresidente Bill Clinton presenta una conversación entre él mismo y el ex primer ministro británico Tony Blair. Ambos son recordados como los carismáticos impulsores de la tercera vía y la revitalización de los partidos de centro izquierda a finales del siglo pasado. Ambos terminaron sus gobiernos criticados por los puristas que no los consideraban suficientemente izquierdistas. También fueron exitosísimos para ganar elecciones y devolver a sus partidos políticos la vitalidad que perdieron toda la década de 1980.

En el podcast, Clinton y Blair dedican tiempo al análisis de la guerra de Ucrania y la situación de la economía mundial, pero lo más interesante son sus reflexiones sobre el populismo. Blair opina que si los partidos de centro han fracasado últimamente se debe a un problema de falta de oferta creíble. A decir de Blair “no es verdad que todo el electorado se radicalizó. Existe la demanda por una política de centro sensata y sensible, pero no hubo oferta de candidatos atractivos con esas cualidades. Ahí donde existió una oferta creíble como en el caso de Macron, la opción de centro conquistó Francia . También Scholz en Alemania. Incluso el presidente Biden llena ese perfil…”. Por su parte, Clinton afirma que los políticos de centro empezaron a fracasar cuando dejaron de convivir con los electores. Según su propio testimonio, a Clinton le sirvió mucho durante su gobierno seguir participando en reuniones con vecinos de diferentes comunidades seleccionados aleatoriamente. Uno de los vecinos le obligó a reflexionar sobre las verdaderas prioridades del electorado cuando le reclamó a los 6 meses de iniciada su administración “yo voté por usted pues prometió mejorar la economía y mis opciones de empleo. Sin embargo, lo único de lo que habla como presidente son los derechos de las minorías para demostrarle a su propio partido que es un progresista.”

Blair recordó que antes de llegar al poder en el Reino Unido, recibió una serie de consejos de Clinton, quien ya iba por su segundo período presidencial. “Organiza tu oficina principal con gente pensante. Siempre deja tiempo para reflexionar con personas más inteligentes y preparadas que tú sobre la estrategia de largo plazo para el desarrollo del país. Que no te consuma la agenda diaria y la preocupación de cuestiones tácticas.” Clinton explicó que, gracias al contacto (y reclamo) cotidiano de vecinos y electores, decidió organizar su agenda diaria de la siguiente manera: 60% del tiempo a mejorar la situación económica de sus conciudadanos y 40% a política exterior y seguridad nacional para construir un mundo menos peligroso.

¿Se le puede ganar al populismo de nuestra época? Ambos aseguran que sí. Clinton enfatiza que hay que dejar de menospreciar a los votantes y decirles que se equivocaron al escoger una cierta opción en el pasado. “Es más importante sentarse a escuchar con paciencia sus preocupaciones y convencerlos de que la mejor alternativa para su futuro es la que les ofrecemos ahora” dice Clinton. Desde otra perspectiva, Blair cuestiona “lo primero es preguntarse si la oposición de veras quiere ganar las elecciones”, y añade “¿los partidos tradicionales quieren triunfar o presumir que tuvieron razón cuando advirtieron los peligros del populismo? ¿Desean alardear de sus principios democráticos o persuadir al electorado de votar por ellos?”. Pragmatismo ilimitado dirían unos, sabiduría electoral diríamos otros. La semana pasada estuvo en México Francis Fukuyama. Interrogado sobre cómo enfrentar al populismo, Fukuyama respondió “instituciones, instituciones, instituciones.” La respuesta de Clinton y Blair sería “escucha a tu electorado, escucha a tu electorado, escucha a tu electorado.” En nuestro país deberíamos combinar ambas fórmulas.

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