Existe un sentimiento de desprecio hacia Tom Brady, al menos que seas aficionado de los Patriots o —recientemente— de los Buccaneers. Completamente opuesto hacia Patrick Mahomes, aunque no se sea un verdadero fanático de los Chiefs.

Todavía existen los detractores o los que buscan cualquier pretexto para demeritar los éxitos de Brady, seis veces ganador del Super Bowl, mientras que cualquier fantasía de Mahomes es fácil de aplaudir.

Si, en algún momento en un futuro no muy lejano, el quarterback de Kansas City gana otros tres o cuatro Super Bowls, incluido el de esta noche, se realizará un sinfín de comentarios para etiquetarlo como el mejor en la historia. Al pasador de Tampa Bay, muchos todavía no quieren verlo así.

¿Por qué Brady cae mal y Mahomes bien? Ambos tuvieron éxitos inmediatos en sus carreras dentro de la NFL, conquistaron el trofeo Vince Lombardi antes de cumplir 25 años de edad, han sido dirigidos por futuros miembros del Salón de la Fama y han estado rodeados de talento en sus franquicias.

Una de las diferencias entre estos campeones es la de sus orígenes en la NFL. Brady fue seleccionado en el lugar 199, en la sexta ronda del Draft de 2000 y entró como el tercer QB en el róster de Nueva Inglaterra. Para la siguiente campaña, como el segundo, la lesión de Drew Bledsoe le dio la oportunidad de tomar las riendas, que no soltó hasta el año pasado.

Mahomes, egresado de Texas Tech, fue inmediatamente un talento de primera ronda en el Draft. En 2017, sólo Mitch Trubisky (Chicago) fue elegido antes que él. Los Chiefs y, sobre todo, Andy Reid sabían que Pat era el futuro, a pesar de que Alex Smith estaba bajo contrato. No tardó mucho para que el texano superara al veterano, quien fue transferido a Washington.

A Mahomes le tomó una temporada como titular para ser nombrado el Jugador Más Valioso (MVP) de la NFL; a Brady, siete. El talento del quarterback de Kansas City es natural, un atleta que pudo haber elegido el beisbol y también hubiera alcanzado las Grandes Ligas. Mientras que el californiano trabajó, fortaleció su cuerpo y modificó su estilo de vida, lo que le ha permitido ser un profesional por más de dos décadas al más alto nivel.

En los papeles secundarios, los entrenadores, el personaje de Andy Reid agrada, por su carisma y gran amor por las hamburguesas; contrario al caradura de Bill Belichick. Tan fácil es demeritar a Brady, como elevar a Mahomes.

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