Abel Clemente Reyes y Félix Hernández Gamundi
La ZMVM se conforma con las 16 alcaldías de la Ciudad de México, 59 municipios del Estado de México y 2 municipios del estado de Hidalgo, abarcando un territorio mayor de 8,000 km2 y con una población estimada, al 2025, de 24.6 millones de habitantes. La ZMVM, donde viven 1 de cada 5 mexicanos, es una de las más grandes del mundo; en cuanto a población, ocupa el segundo lugar en América Latina y el séptimo lugar a nivel mundial. En esta región se concentra aproximadamente el 34% del parque vehicular del país.
La mayor parte del año, en la ZMVM se respira aire de baja calidad, se consume un gran volumen de agua por día, alimentos y energía y también se generan mas de 16 mil toneladas de basura (RSU). El volumen poblacional de esta zona, en el año entrante potencialmente generaría 24 mil toneladas diarias de residuos de los cuales aproximadamente la mitad, es decir cerca de 12 mil toneladas al día, son residuos orgánicos aprovechables y, al no manejarse adecuadamente, emiten Gases de Efecto Invernadero (GEI) que se liberan a la atmósfera en demérito de la calidad del aire y la salud de los habitantes. Además, considerando la estadística humana y la densidad poblacional, según datos de Inegi, las mascotas de la región generarían 4,560 toneladas al día de excretas que usualmente no se contabilizan en los reportes oficiales. Estas excretas generalmente terminan ya sea en las calles, los parques o se mezclan con la basura generando, en todos los casos, contaminación visual y emisiones GEI que se suman a las producidas por los humanos, siendo todo esto un reto por resolver en la ZMVM.

Se puede considerar que el aprovechamiento energético de las 16,760 toneladas de residuos orgánicos diarios potencialmente generados en la ZMVM, incluidas las mascotas, podrían aportar 3,257 millones de KWh al año, lo que equivaldría a un poco más de 4 veces la electricidad consumida por el Metro de la CDMX en 2021 (708 millones de kWh) o el biocombustible suficiente para 1,400 autobuses con gas natural renovable, reduciendo ruido y emisiones que el uso del diésel. Adicionalmente, se podrían tener diariamente miles de toneladas de fertilizantes líquidos para emplearse en zonas verdes, bosques y agricultura de la región y más. El aprovechamiento de estos residuos orgánicos representaría la oportunidad de evitar enviar a la atmósfera 5 millones de toneladas de GEI, en beneficio del ambiente, el aire, la salud y calidad de vida de los habitantes de la ZMVM. Grandes esfuerzos se han realizado desde la CDMX para resolver estos temas; se han generado experiencias y conocemos nuevas tecnologías, aún así, hay un largo camino por recorrer.
Convertir los retos en oportunidades requiere considerar que:
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