La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, declaró ayer que en agosto se tendrán las condiciones para reiniciar las actividades escolares de todos los niveles educativos en la capital, ante la pandemia por Covid-19. Esto dependerá, recordó, del avance en la vacunación de los maestros por lo que, reveló, se trabaja en un censo junto con el Gobierno federal para calcular cuántos profesores hay no sólo en instituciones públicas sino también privadas. Qué diferencia de planeación, pensó más de uno, frente al desastre que ha significado la discriminación del gobierno federal al personal médico de instituciones privadas, quienes no son vacunados por incompetencia de la Secretaría de Salud, que no supo o no quiso cuantificar cuántos potenciales beneficiarios había. No es la primera vez que la jefa de Gobierno da lecciones de política pública a Hugo López-Gatell. Cuando menos en dos ocasiones el contraste ha sido evidente: primero, con el mensaje claro, sin ambigüedades, del uso de cubrebocas, y, después, con el incremento de aplicación de pruebas de detección que la administración federal siempre escatimó.

Recta final contra el góber de Tamaulipas

Nos cuentan que este jueves sesionó la Sección Instructora de la Cámara de Diputados para cerrar el periodo de la presentación de pruebas de los casos de desafuero del gobernador de Tamaulipas, el panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca y del senador de Morena, Cruz Pérez Cuéllar. En esa sesión, que presidió Pablo Gómez (Morena), se pasó a la etapa de presentación de alegatos, que constará de tres días para que cada parte presente lo que a su derecho convenga, y después se les da otros días para que hagan sus réplicas, y después de esto vendrá la dictaminación de ambos desafueros. Sin embargo, a partir del próximo martes, restarán nueve días a los integrantes de la 64 Legislatura para cerrar el último periodo ordinario, y de no hacerlo en estos días, tendrán que citar a un periodo extraordinario para desahogar ambos asuntos.

La reunión AMLO-Slim

Ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador comentó en sus redes sociales que desayunó con el empresario Carlos Slim Helú, de Grupo Carso, en su quinta “La Chingada” de Palenque, Chiapas. Una de las empresas del ingeniero Slim se encarga de construir el segundo Tramo del Tren Maya, por lo cual, según el mandatario, sobre eso conversaron en su encuentro. En sus últimas visitas al Tren Maya, el Ejecutivo le había pedido a grupo Carso y a todas las empresas que están participando que se apuren en la construcción, que abrieran más frentes de trabajo. ¿De verdad es tanta la urgencia que el Presidente tuvo que pedir la visita del magnate a su rancho? En realidad, es difícil imaginar que ese haya sido el único tema del encuentro entre ambos, a unos meses de la elección del 6 de junio.