La designación de Margarita Ríos-Farjat como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, nos dicen, fue recibida con cierta tranquilidad en el máximo tribunal del país. Después de la inédita renuncia del ministro Eduardo Medina Mora, a quien se le señala por presuntos movimientos bancarios internacionales, el Poder Judicial busca lavar la cara y esperaba una persona, un relevo con una trayectoria intachable. Al interior de la Corte, nos explican, hicieron una evaluación muy favorable de la terna y ahora de la llegada de doña Margarita a la Sala Superior. Desde la trinchera del Poder Ejecutivo, nos hacen ver, el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene oportunidad de colocar un ministro más en la SCJN, el sucesor de Fernando Franco, quien concluirá su periodo en diciembre del año 2021. Así están las cosas al interior del máximo tribunal, encabezado por el ministro Arturo Zaldívar, que en unos días estará completo con sus 11 integrantes.

Tache en transparencia en la 4T

En materia de transparencia el gobierno de la 4T termina su primer año de gestión con calificación menos cero: las dependencias del gabinete Presidencial se han destacado por contestar los pedimentos de información de los ciudadanos con la clásica y ligera respuesta de que no existe la información. El colmo, nos señalan, es una respuesta que dio la Secretaría de Bienestar, a cargo de María Luisa Albores, a un solicitante que osó pedir la lista de los beneficiarios del programa “Sembrando vida”. La dependencia, además de la respuesta de cajón, y hasta cierto punto ofensiva, agregó que no contaba con la información, porque los beneficiarios “no son empleados” de la Secretaría. Esa respuesta raya en una profunda ignorancia o de plano se están burlando a lo descarado de los solicitantes, nos comentan.

El outsourcing y la Navidad en San Lázaro

A pesar de que los diputados están listos para bajar la cortina del periodo ordinario y empezar su descanso guadalupano, la Comisión de Trabajo y Previsión Social de San Lázaro se declaró en sesión permanente para sacar cuanto antes, de ser necesario en Navidad, el dictamen de reformas en materia de outsourcing. Como usted sabe, el Senado aprobó su dictamen en la materia, pero a las dos horas lo mandó a la congeladora. Sin embargo, nos comentan que los diputados de la comisión expresaron que no dejarán el asunto a medias y lo sacarán adelante, de ser necesario el mero día 24, antes de la cena de Navidad. Así, por unanimidad la Comisión de Trabajo, que conoció su propio dictamen de reformas en ese rubro, echó a andar el reloj legislativo y su presidente, Manuel de Jesús Baldenebro, del PES, soltó: “¡Compañeros, avisen a Santa!”.

Dilema del nuevo etiquetado

Ahora que el nuevo etiquetado de alimentos entrará en vigor, la industria alimentaria en el país estudia la posibilidad de reformular sus contenidos. Sin embargo nos dicen que eso no solucionará el problema de obesidad que hay en México, porque debe existir educación nutricional como política pública que englobe al gobierno, industria y sociedad. Nos comentan que el temor de reformular sus productos radica en que ocurra lo mismo que en Chile, país estandarte de este tipo de etiquetado, puesto que la población dejó de consumir lácteos y redobló el consumo de refrescos light, porque los consideraron más sanos. Nos hacen ver que si bien el nuevo etiquetado puede abonar a reducir los índices de sobrepeso, obesidad y diabetes, esperan que las autoridades de la 4T refuercen las campañas de prevención y se eduque a los mexicanos para aprender a comer, en lugar de satanizar a la industria.

En la foto: Margarita Ríos-Farjat/Archivo EL UNIVERSAL

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