Cercanos al exdirector de Pemex Emilio Lozoya Austin nos confirman que ayer fue sometido a una cirugía en el hospital en el que se encuentra internado “en calidad de detenido”, tras su llegada al país luego de haber sido entregado en extradición por el gobierno de España. Don Emilio, nos comentan, ha sido intervenido quirúrgicamente por una hernia hiatal. El exfuncionario, nos mencionan, padece de esófago de Barrett, que se ha agudizado en los últimos meses en los que ha estado privado de la libertad. Paralelamente, nos explican, es atendido también para tratar un cuadro de anemia aguda. Todo indica que Lozoya pasará algunos días más hospitalizado, por lo que hasta el día de hoy, a diferencia de otros países, en México ningún exfuncionario público ha pisado la cárcel a consecuencia de su participación en la trama de corrupción del caso Odebrecht. Y quizás para cuando llegue el día que el extraditado declare, cante y presente la información que algunos aseguran que posee, uno que otro funcionario y exfuncionario ya no tendrán uñas y estarán con los pelos de punta...

El futuro de Jiménez Espriú

Aunque él ha dicho que el Presidente siempre debe estar bien enterado, el propio mandatario, Andrés Manuel López Obrador, dejó ver ayer que hay una excepción de la regla. Cuando se le preguntó si era real la versión de que el secretario de Comunicaciones y Transportes había renunciado a su cargo por la molestia de entregar las aduanas y puertos a las Fuerzas Armadas, él simplemente se limitó a señalar: “No tengo información certera”. Lo que nos dicen es que la renuncia había sido presentada por el secretario Javier Jiménez Espriú, pero el presidente López Obrador no ha tomado la decisión de aceptarla, para ello, se reunirá hoy o mañana con el aún secretario. Es decir, su futuro está en veremos.

El legítimo derecho al pataleo en Morena

El miércoles, consideran en la bancada de Morena, se estará votando en el pleno de la Cámara de Diputados a los cuatro candidatos idóneos para ser consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), aunque pesa el amago de que se extienda la rebelión para oponerse. Pero si a alguien le quitaba el sueño que esa revuelta tuviera alguna base seria, nos aseguran que no es más que el pleno ejercicio del legítimo derecho al pataleo que tienen algunos miembros de la fracción. De los firmantes que exigen al líder de Morena, Mario Delgado, meter reversa, la más destacada es la morenista Dolores Padierna —quien se la juega para que su amiga Diana Talavera quede en el INE— y Benjamín Robles, del PT. Los demás, nos explican, son semidesconocidos a los que no les caracteriza su trabajo legislativo como para haberse adentrado en las 30 horas de entrevistas que el Comité Técnico de Evaluación hizo a 60 aspirantes, y poder decidir, como reclaman, que los 40 que quedaron fuera son los buenos, y los 20 que entraron son los malos. Nos aseguran que sin importar qué tantas patadas y machincuepas hagan, doña Diana está fuera.

Ejecutivo tiene las manos fuera del Senado, dicen

Ayer le decíamos en esta columna que la carrera por la presidencia del Senado estaba bajo el Poder Ejecutivo y que uno de los aspirantes, el morenistas tabasqueño Ovidio Peralta, es bien visto en Palacio Nacional. Sin embargo, ayer el Grupo Parlamentario de Morena en el Senado dijo, mediante una carta, que todos los senadores y senadoras de esa fracción tienen la plena libertad de ser candidatos para presidir la Mesa. Todos son respetados y ninguno descalificado. Añaden que “respecto a que en Palacio Nacional dicen que no les parece mal algún candidato, se debe aclarar que no existe injerencia de ningún actor político fuera del grupo parlamentario. La decisión le corresponde solamente a las y los senadores de Morena”. Y a todo esto: ¿Don Ovidio se mantendrá en la pelea, o ya se habrá caído?

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