Nos comentan que una de las consignas que más le gusta recordar y decir al presidente Andrés Manuel López Obrador es la de “Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”. Sin embargo, nos indican que esto al parecer no aplicó este viernes, cuando al salir de Palacio Nacional rumbo al aeropuerto para viajar a su natal Tabasco, el conductor del Jetta blanco que lo transportaba no solo se voló una luz roja, sino condujo en sentido contrario, lo que, según el Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México amerita dos multas. Nos recuerdan que en febrero de 2019, el conductor de la moto donde iba Luisa María Alcalde, titular del Trabajo, también condujo en ese mismo sitio en sentido contrario, pero tras críticas en las redes sociales y al reconocer la falta, la secretaria pagó la sanción que ameritaba la falta. ¿Será que el Ejecutivo federal siga el ejemplo de su subordinada? Quizá un par de infracciones de tránsito, por parte del presidente de la República, no sea una noticia tan importante como otras a las que el mandatario le dedica horas de conversación en su conferencia mañanera, pero admitir la falta y pagar la multa daría algo que últimamente falta en Palacio Nacional: humildad.

Alianza PAN, PRD, PRI… ¿y Morena?

Nos cuentan que, desde el inicio del proceso electoral, en el presupuesto del Partido Acción Nacional hay dos elecciones que, en teoría, tendrían prácticamente en la bolsa y, en sus palabras, sin posibilidades de sufrir una derrota. Se trata del estado de Querétaro, que ven ya gobernado por su candidato Mauricio Kuri, y la ciudad de Puebla, donde el exalcalde angelopitano Eduardo Rivera espera recuperar sin contratiempos la posición. Si bien el último caso no tiene el nivel de gubernatura, al PAN interesan mucho los 6.5 millones de votos que representa esa localidad, por lo que al reciente arranque de campaña de su abanderado decidieron mandar a la caballería pesada: los presidentes de los tres partidos de la alianza “Va por México” (Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano), además de los líderes de las bancadas del PRI y del PAN en el Senado (Miguel Ángel Osorio Chong y Julen Rementería). Quien, obviamente, no iba a presentarse en ese escenario (aunque quisiera) es el gobernador morenista del estado Luis Miguel Barbosa, a pesar de que es evidente que el funcionario preferirá trabajar con don Eduardo que con la actual presidenta municipal de su partido, Claudia Rivera Vivanco.

Manos metidas en Tamaulipas

Quienes levantaron la mano para denunciar que son víctimas de ataques son las candidatas y los candidatos de Morena en Tamaulipas. Acusan al gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, de “entrometerse” en el proceso electoral de la entidad y de perseguir a la oposición, y ahora hacen un llamado para que el gobierno estatal esté alejado del proceso electoral so pena de que el gobierno federal intervenga para garantizar esa imparcialidad. ¿Más ayuda?, se preguntan en la acera opuesta de la política local. Como si no fuera suficiente la asistencia que la Fiscalía General de la República le está dando al partido del Presidente en la entidad.