Actualmente, en Estados Unidos, Trump y Biden -pero particularmente el Presidente en funciones- están batallando para entusiasmar a los jóvenes electores.

Tradicionalmente, los jóvenes tienen una baja participación en los procesos electorales -del orden del 20 al 27%-, según la naturaleza de la elección.

En 2020 se logró, sin embargo, que hubiese una cifra más elevada de votantes jóvenes (51%), uno de los factores para que Joe Biden conquistara la Casa Blanca.

Ahora, con la Presidencia de Biden no perciben que el abanderado demócrata tenga planes para ello.

La palabra clave en el votante jóven es futuro.

El discurso de política interna preeminente, de que la inflación está siendo dominada y la política económica está funcionando para la economía estadounidense, no logra tener suficiente credibilidad entre los jóvenes, especialmente entre los demócratas potenciales electores afroamericanos.

Trump, sabedor de esta debilidad política bideniana, utiliza la Inteligencia Artificial para mostrarse acompañado de jóvenes y particularmente, de jóvenes mujeres afroamericanas.

Se trata de fotos falsas.

Lejos de la realidad, pero es una táctica que el candidato del partido republicano busca que funcione.

Seguimos en la era de confrontación y la desinformación, por lo que los discursos, las noticias, fotos y videos falsos con aplicaciones de Inteligencia Artificial, será una táctica innovadora de campaña electoral cada vez más frecuente.

Su efecto es más eficaz y pernicioso, si los potenciales votantes no tienen la cultura para verificar la información que se ha vuelto viral.

Vuelve a comprometerse así, con ataques cibernéticos y ahora de Inteligencia Artificial, la integridad de la elección presidencial estadounidense, al proliferar los falsos rumores, difundirse información falsa contra candidatos (fake news) y emitirse mensajes negativos sin que se pueden inocular sus efectos de manera ágil y eficaz.

A su vez, ello eleva de manera exponencial el potencial de manipulación de la opinión pública y exhibe la profundidad del vacío de legislación regulatoria eficaz en la materia.

No es descartable que la Inteligencia Artificial sea decisiva para algunos de los candidatos en la elección presidencial estadounidense de noviembre próximo,

Pero su uso pernicioso contumaz puede cercenar su entusiasmo para que voten, y al ser ahuyentados del proceso y tomar distancia de la urna o del voto electrónico/postal, favorecer a Trump.

Otro tema que hemos analizado en otras colaboraciones es que resulta cada vez más contraproducente para Biden, el distanciamiento de jóvenes electores por su estrecha cercanía con el régimen ultraderecha israelí, dado el horror que les representa la expedición bélica con matriz genocida en Gaza y sus consecuencias inhumanas.

Así, si los demócratas no logran mantener y afianzar ese porcentaje de participación de más de 50% de votación de las y los jóvenes, y sobre todo de respaldo de jóvenes afroamericanos, Joe Biden difícilmente repetirá la hazaña de su triunfo de 2020, ahora por la reelección presidencial.

Pedro Isnardo De la Cruz es Doctor en Ciencias Políticas y Sociales y profesor en la UNAM. Publicó en 2017 Decisiones estratégicas presidenciales en EUA: El aprovechamiento de la ocasión en crisis de Seguridad nacional y Terrorismo. George W. Bush y Barack Obama (2001-2012).

Juan Carlos Barrón es Licenciado en Administración, Maestro en Estudios para el Desarrollo por la Universidad de East Anglia (Norwich, Inglaterra) y Doctor en Filosofía del Desarrollo Internacional. Actualmente es Secretario Académico del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM.

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