Los negocios echan mano de varios elementos para generar valor para sus clientes. La respuesta más evidente son los productos que comercializan las compañías para generar y captar valor porque tiene varios componentes que ayudan a cumplir una función particular.

Por ejemplo, si queremos empezar una rutina de Pilates, entonces buscaremos productos que nos ayuden a cumplir nuestro objetivo, como ropa cómoda y una pulsera que nos mida el pulso, la oxigenación y el tiempo de ejercicio.

Incluidos en los productos, están dos atributos de suma importancia para los consumidores y son la marca y la tecnología. La tecnología se refiere al conocimiento que es transformado en algún atributo que ayuda a cumplir los objetivos del usuario.

Normalmente, cuando hablamos de tecnología, pensamos en teléfonos celulares y computadoras que, si bien son de uso diario, la tecnología no es sólo eso, sino que es la aplicación de un conocimiento científico a la solución de un problema, tal como lo son las vacunas anti-Covid.

Las vacunas, aunque no contienen circuitos electrónicos o pantallas táctiles, sí incluyen otro tipo de tecnologías médicas para la prevención y cura de enfermedades.

Otro ejemplo, son las aplicaciones de la inteligencia artificial a situaciones diarias, tales como el cálculo del mejor camino de la casa a la oficina en un momento dado del día. La tecnología, entonces, se vuelve el atributo de los productos que nos hacen más fácil la vida.

Por otro lado, las marcas, ese nombre o logo con los que normalmente nos referimos a ciertos productos juegan también un papel importante en las decisiones de compra. Las marcas nos educan de tal manera que sea fácil asociarlas con un cierto producto.

Por ejemplo, si vemos dos arcos amarillos juntos, es muy probable que pensemos en una marca de comida rápida. Si vemos la imagen de un caballero águila azteca impreso en el timón de un avión, es muy probable que podamos adivinar a qué aerolínea pertenece dicho avión.

Las marcas son como las personas. En algún momento las conocemos y si nos hacen sentir bien, iniciamos una relación con ellas, tal como cuando hacemos amigos.

Es posible que después de un tiempo, decidamos terminar nuestra relación con ellas. Al igual que con las personas, hay marcas innovadoras, serviciales o que sólo nos hacen perder nuestro tiempo.

En este sentido, las marcas se vuelven símbolos con los que podemos expresar nuestra personalidad. Es decir, las marcas son una parte intangible pero valiosa de los productos.

Regresando al ejemplo de pulsera, es posible que nuestra decisión esté basada principalmente en la marca en lugar de la tecnología. Hay pulseras marca Apple y marca Xiaomi.

Podemos pensar que Apple es una marca innovadora, ya sea porque hemos comprado algún otro producto o por lo que nos dicen nuestros amigos y personas cercanas. Sin embargo, pulseras de otras marcas también pueden tener la misma tecnología que la marca Apple e incluso a un precio menor.

Esto da pie a preguntar cuál es el elemento por el que tomamos una decisión de compra ¿La marca o la tecnología? Puesto de otra manera ¿Como consumidores nos fijamos en la manera en que un producto puede ayudarnos a resolver un problema o nos interesa más la marca?

Esta pregunta tiene implicaciones para los negocios. Es muy frecuente que los emprendedores, cuando diseñan un nuevo producto, le dedican mucho tiempo a identificar las formas en que resuelve los problemas de los usuarios.

La inteligencia artificial es un término que se ha puesto de moda para indicar lo novedoso y único de un producto, pero la realidad es que esta tecnología forma parte de muchos productos de uso diario desde hace mucho tiempo.

Es decir que a nosotros como consumidores no nos interesa la tecnología que involucra un producto. Un automóvil por ejemplo puede incluir una tecnología anti-derrape en las ruedas, pero a nosotros no nos interesa cómo funciona.

Quienes han recibido una vacuna anti-Covid, la reciben por su función protectora sin importar con qué tipo de tecnología genética fue desarrollada, aunque es posible que queramos evitar que nos apliquen una vacuna desarrollada por una farmacéutica de un país y prefiramos una vacuna manufacturada en otro país y por otra compañía.

En resumen, las marcas y las tecnologías juegan un papel importante en la satisfacción de necesidades. Pero más allá de la tecnología, es la solución del problema que tenemos, lo que interesa. Es decir, el valor que agregan las marcas y las tecnologías es más importante y es a lo que debemos poner atención para atraer y retener clientes.

Profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac México. 
Email: pavel.reyes@anahuac.mx 

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