La innovación y el desarrollo tecnológicos son motores del crecimiento económico. Estas actividades no dependen sólo de emprendedores innovadores y de empresarios, sino que existen como consecuencia de la participación de diferentes actores nacionales, tales como el gobierno y las universidades.

En la Universidad Anáhuac México, un grupo de investigadores, apoyados con fondos de Conacyt, nos planteamos las preguntas de las maneras en las que es posible promover dichas actividades con el involucramiento del mercado y de gobierno.

En términos económicos, puede haber instrumentos del lado de la oferta que requieren de inversiones considerables, pero nos interesaba más el lado de la demanda que tiene un enfoque hacia la regulación.

En lugar de promocionar un producto innovador para empujarlo al mercado que es lo que normalmente ocurre, nos interesaba saber más: cómo una necesidad social ya identificada puede ser una herramienta alternativa de atracción para el desarrollo de innovaciones.

Uno de los estudios que llevamos a cabo y fue publicado por el Journal of Evolutionary Studies in Business, se refirió a conocer las experiencias internacionales. Nos dimos cuenta de que sólo Europa y China han planteado políticas del lado de la demanda, sobre todo en el tema de energías verdes y productos orientados a la sustentabilidad.

Uno de los ejemplos es el uso de catálogos en China donde expositores muestran prototipos de productos y el gobierno puede elegir de entre ellos para fondear el desarrollo completo del producto y adquirirlo.

Además, los estudios reconocen que diferentes combinaciones de políticas oferta-demanda puede ser más efectivas para alentar la innovación. Logramos identificar algunas ideas para seguir investigando sobre cómo se pueden implementar políticas de innovación en los países en desarrollo que carecen de innovación, como el caso de México.

En otro estudio, por publicar en International Journal of Business Competition and Growth nos preguntamos por los efectos de los instrumentos de política de oferta y demanda en organizaciones innovadoras en México.

Para ello, encuestamos a alrededor de 30 ejecutivos de grandes empresas mexicanas, quienes son los que realizan actividades de innovación y desarrollo tecnológico.

Los resultados nos mostraron que no hay una, sino varias formas de promover el gasto en innovación. Una de las combinaciones se refiere a mejorar la presencia de capacidades de apoyo a la exportación junto con fondeo de gobierno.

Una combinación más que puede aumentar el gasto en innovación involucra fondeo de gobierno, aún para empresas que no cuentan con experiencia previa en compras públicas de innovaciones. Una última combinación implica aumentar las capacidades de apoyo a la exportación y participación en compras públicas para empresas poco experimentadas en gestión de la innovación.

Al reconocer que la participación de gobierno, empresas, universidades e incluso, investigadores son parte de un sistema de innovación y que tienen objetivos que van hacia diferentes caminos, la siguiente pregunta que surgió fue ¿cómo es posible articular capacidades de colaboración universidad-industria en México?

Nos aliamos con la Organización de los Países Bajos para la Investigación Científica Aplicada, un organismo que agrupa a expertos que proveen servicios de consultoría a empresas y gobiernos europeos y condujimos un estudio que enviamos a The Journal of Technology Transfer.

Identificamos oportunidades de colaboración universidad-industria en el sentido que alinean los beneficios de la universidad con los retos de la industria. Por ejemplo, a mayor confianza, capacidades de protección de la propiedad intelectual y desarrollo de capacidades en transferencia de conocimiento, las universidades estarán más dispuestas a colaborar con diferentes tipos de industria para desarrollar innovaciones e identificar ventajas competitivas para las empresas.

El caso contrario, una receta para el desastre se refiere a que dado el hecho de que los investigadores son evaluados por la creación de conocimiento más que por el desarrollo de innovaciones, pueden presentar menor disposición a colaborar con la industria, si esta última no prioriza temas de transferencia de conocimiento o si disfruta de una posición competitiva difícil de vencer.

En suma, los estudios que hemos conducido nos han dado cuenta de la complejidad de implementar un sistema de innovación a nivel nacional que permita la articulación de capacidades de colaboración universidad-industria-gobierno para atender necesidades de mercado y sociales plenamente identificadas.

La implementación de una combinación de instrumentos de política de innovación es clave para el crecimiento del país y una tarea que no puede postergarse por más tiempo.

Profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac México
Email: pavel.reyes@anahuac.mx

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