Continuando con mi relato de la relación del escritor Salvador Elizondo (1932-2006) con la Editorial del Fondo de Cultura Económica, les conté lo feliz que estaba por haber llegado al FCE, como él anhelaba, en la colección Letras Mexicanas, durante varios años de una manera amable y cortés, Elizondo mantuvo una relación amistosa con casi todos los directores que ha tenido el FCE aproximadamente desde los años 70, como con don José Luis Martínez, con don Jaime García Terrés, con el joven editor Joaquín Diez-Canedo, don José Carreño, entre otros que escapan a mis recuerdos; para informarme y refrescar mi memoria traté de comunicarme, infructuosamente, con don Adolfo Castañón, quien fue un gran gerente editorial del FEC, siempre muy respetuoso con los escritores y con todo lo relacionado con la literatura mexicana en general.

Cuando el FCE cumplió 70 años de haber sido instaurado para aumentar más la ventana abierta al conocimiento que proponía, abrió varias librerías que, además de vender una enorme variedad de libros, tenían actividades culturales muy relevantes para presentaciones de libros, conferencias y hasta salas para la exposiciones de artes plásticas, como lo es la librería “Rosario Castellanos”, instalada en la colonia Condesa, donde antes estuvo el cine Lido, o la librería “José Luis Martínez”, entre otras, inclusive a una le pusieron “Librería Salvador Elizondo”, ubicada dentro de los comercios del aeropuerto Benito Juárez, pero desafortunadamente permaneció pocos años antes de desaparecer.

Para conmemorar sus 70 años de vida, el FCE en 2004 publicó una sólida selección de libros para una serie especial de ediciones, elegantemente diseñados, de varios de sus mejores autores, entre ellos escogieron el libro Farabeuf, lo que le dio mucho gusto a Elizondo.

Portada de Farabeuf de la edición conmemorativa por los 70 años del FCE en 2004. Foto: de Paulina Lavista
Portada de Farabeuf de la edición conmemorativa por los 70 años del FCE en 2004. Foto: de Paulina Lavista

Cuando Farabeuf, o la crónica de instante cumplió 40 años de haberse publicado, (curiosamente, el subtítulo “o crónica de un instante” desapareció y se impuso como Farabeuf solamente para todos sus editores, hasta hoy), el joven editor Joaquín Diez- Canedo, director en turno del FCE, se enteró de que Elizondo había sido diagnosticado con una enfermedad fatal y mandó a hacer una edición especial, que hasta hoy es una de las mejores de Farabeuf; Elizondo ya no pudo ir a la presentación debido a la gravedad de su padecimiento, pero yo fui como su representante. Fue una presentación muy emotiva que a Salvador le causó una gran satisfacción. Elizondo murió el 29 de marzo de 2006, dejándome a mí como su única heredera para custodiar su legado. (Continuará...)

Farabeuf portada con foto de Atgét FCE (2005).
Farabeuf portada con foto de Atgét FCE (2005).

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